«Mi vida son nuestras batallas», libro imprescindible para el periodismo
Por: Teodoro Rentería Arróyave
Así como el amigo y reconocido cronista Enrique “El Perro” Bermúdez de la Serna se despidió del último Mundial de Futbol con todos los honores con la final que ganó Argentina de Messi a Francia, así en 1986 en la final del Mundial de México, en que Argentina de Maradona le ganó a Alemania, se despidió el inolvidable Ángel Fernández, resulta que, como director general del Instituto Mexicano de la Radio, IMER, me correspondió dirigir las transmisiones de radio a nivel nacional ya que en nuestra institución recayeron los derechos. Llame a Ángel, que andaba en la legua de los espectáculos pueblerinos puesto que perdió su puesto en la empresa en la que laboró por décadas. Concluyo: la afición veía por televisión los partidos, pero cercano el receptor escuchaba por radio las estupendas narraciones de Ángel Fernández. Recuerdo y homenaje a ambos.
Por el flagelo del siglo, el COVID19, se interrumpieron las presentaciones de nuestra última obra bibliográfica; este pasado viernes las hemos reanudado, fue invitado especial a la misma el estupendo amigo y colega, Luis Manuel Arce Isaac, director en México de “Prensa Latina”, aquí su crónica que se publicó en portada de esa prestigiada agencia de noticias cubana:
Ciudad de México, 17 dic (Prensa Latina) El Maestro Teodoro Rentería Arróyave, un enciclopédico periodista cuya vida y obra marchan con los tiempos, expone en su libro Mi vida son nuestras batallas, la cruda realidad de un México lindo y querido, complejo y duro.
Se trata de un texto imprescindible para el periodismo mexicano que salta las fronteras del país para convertirse en un referente de un valor excepcional para todos aquellos profesionales de la información que ejercen tan noble servicio en las condiciones en que lo desarrollan en esta hermosa nación.
Las raíces de reportero policial que nunca han desaparecido de su extenso quehacer en 66 años cuando se inició en el periodismo a los 19 bajo el peligro y la tensión ineludible en ese sector, se presienten en este volumen.
En la obra, Rentería hace una dramática y dolorosa radiografía de los riesgos que asume el profesional de la información cuando es leal y no traiciona los principios del periodismo y acepta el reto de denunciar lo mal hecho.
Mi vida son nuestras batallas -esta última en plural para alejar del entendimiento del lector cualquier interpretación personalista aun cuando su protagonismo es ineludible-, recoge en esta segunda edición los asesinatos de 335 periodistas en cumplimiento de su trabajo, y una veintena de desaparecidos forzosamente de los cuales lamentablemente no hay rastro alguno.
El autor, con casi 86 años de edad, es un infatigable labrador de ideas y juicios, de análisis con conclusiones y no simples hipótesis o divagaciones como se suele ver en ciertos columnistas, porque su formación integral y su perfil multifacético, le impiden entregar a sus lectores un producto no acabado.
Su Comentario a Tiempo, que se publica diariamente y sale como el pan caliente hacia numerosas redacciones dentro y fuera de México -y en la radio en voz propia- es un ejemplo de profesionalidad y un ejercicio de docencia que los estudiantes de periodismo y comunicación social aprecian infinitamente.
La Casa de la Cultura del Ayuntamiento de Tepetlaoxloc, acogió la última de las numerosas presentaciones realizadas del libro, esta vez organizada por la Asociación de Periodistas Unidos por el Grito de la Palabra, que preside el colega Javier González Lara, misma que aglutina a más de un millar de integrantes.
El presidente del Ayuntamiento, Ismael Olivares, agradeció la presencia del maestro con un extensísimo currículum y cuya vitalidad queda expuesta en su actividad periodística y de dirigente gremial.
Es presidente fundador y ahora Honorario Vitalicio de la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, también del Colegio Nacional de Licenciados en Periodismo, dos veces del Club Primera Plana, y miembro del Consejo Directivo Reducido de la Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP.