84 años del asesinato de León Trotsky
Por: José Rodríguez Salgado
Al colimense Celestino Núñez Mata, Paidopsiquiatra egresado del Instituto de Ciencias de la ex URSS.
El 21 de agosto se cumplieron 84 años del asesinato del general, político, orador y líder ruso Lev (León) Davidovich Bronstein. Nació el 8 de noviembre de 1879 en Yanoska, jurisdicción de Jerson, Ucrania, entonces perteneciente al imperio ruso. De origen judío fue hijo de David y Anna Bronstein. En 1900 se casó con Aleksandra Sokolovskaya, su matrimonio duró tres años. En 1903 contrae nupcias con Natalia Sedova. Engendró a cuatro hijos: Zinaida Vólkova (1901-1933), Nina Nevelson (1902-1928), Lev Sedov (1906-1938), Serguei Sedov (1908-1937). Fue uno de los organizadores clave de la Revolución de Octubre de 1917 que hizo posible que los bolcheviques tomaran el poder en Rusia.
Durante la guerra civil subsiguiente, desempeñó el cargo de Comisario de Asuntos Militares y negoció la retirada de Rusia de la Primera Guerra Mundial, mediante la paz de Brest-Litovsk. Fue creador del Ejército Rojo, que consolidó definitivamente los logros revolucionarios venciendo a los ejércitos blancos. Fue un destacado intelectual marxista, teórico y organizador político. Recibió la Condecoración de la Orden Bandera Roja. Posteriormente se enfrentó política e ideológicamente con José Stalin, liderando la oposición de izquierda, lo que fue causa de su exilio y posterior asesinato.
Tras su salida de la Unión Soviética, fue un líder del movimiento internacional de izquierda revolucionaria denominada Trotskismo, caracterizado por la idea de la “revolución permanente”. En 1938 fundó en París la Cuarta Internacional, una organización mundial de partidos comunistas, cuyo objetivo era el derrocamiento del capitalismo global y el establecimiento del socialismo a través de la revolución. Este movimiento se debilitó después del asesinato de Trotsky en 1940, defensor del internacionalismo proletario.
Turquía fue uno de los lugares de su forzado exilio, después viajó a Francia en julio de 1933, donde se le recibió con la condición de que no participara en actividades políticas. A los seis meses fue expulsado a petición de Stalin. Más tarde se mudó a Noruega que le brindó asilo. Ahí se publicó su obra “La Revolución Traicionada”, en donde describe el ascenso al poder de la burocracia Stalinista, surgida de la generación estatal. Denunciado por los comunistas y fascistas noruegos, las autoridades le dictaron arresto domiciliario. Stalin lo acusó de ser un peligro para la patria socialista. En 1936 un grupo trotskista estadounidense se puso en contacto con un joven correligionario mexicano, quien le solicitó a Diego Rivera su mediación para que el presidente Cárdenas salvara la vida del revolucionario ruso perseguido, extendiera el beneplácito y le ofreciera hospitalidad.
El tren presidencial “Hidalgo” trasladó a Trotsky y su esposa Natalia Sedova del Puerto de Tampico a la capital del país, al que arribó el 9 de enero de 1937. En la estación Lechería, una breve comitiva encabezada por Diego Rivera y Octavio Fernández, recibió al recién refugiado. En ese momento se reveló que el hogar temporal de Trotsky y su esposa sería la Casa Azul, propiedad de la pintora Frida Kahlo. Tiempo después Rivera y Trotsky terminaran distanciados. Una de las distracciones favoritas del huésped fue la de recolectar cactáceas. Disfrutaba desenterrar algunas, trasplantarlas en el jardín de la Casa Azul y posteriormente en su casa fortaleza de las calles de Viena #19 en Coyoacán.
Desde Moscú se vigilaba con detalle cada uno de sus movimientos. Dos semanas antes de que se supiera de su viaje a México, se puso en operación una vigorosa red de espionaje. En 1936, llegó a Veracruz la ciudadana catalana y agente del servicio secreto soviético Caridad Mercader del Río, con el pretexto de conseguir armas para apoyar la Guerra Civil Española. En la Ciudad de México la recibió Vicente Lombardo Toledano. Caridad era madre de Ramón Mercader, futuro asesino del líder ruso. Frank Jackson era uno de sus nombres falsos. De joven, Mercader se identificó con organizaciones de izquierda y luchó en el bando republicano de la Guerra Civil Española. En la URSS fue entrenado como agente y espía.
En París se ganó la confianza de Sylvia Angeloff, una joven americana del círculo cercano a Trotsky y entabló una falsa relación sentimental. Se instalaron en la capital de México, donde ya vivía el matrimonio perseguido por Stalin. Mercader fue presentado con su víctima y pronto se convirtió en visitante habitual. Hubo un primer atentado en mayo de 1940. Un agente infiltrado en la casa, era guardia personal de Trotsky, abrió la fortaleza y una veintena de pistoleros encabezados por David Alfaro Siqueiros, tirotearon las habitaciones de Viena #19 con las poderosas ametralladoras Thomson. Sin embargo los huéspedes y objetivos resultaron ilesos. Ante ese fracaso pronto Mercader entró en operación. El 20 de agosto de ese año, bajo la falsa identidad de Frank Jackson entró a la casa de Coyoacán como lo había hecho tantas veces antes, sin levantar sospechas. Solicitó a Trotsky revisara un artículo que había escrito. Al acercarse a la ventana para leerlo, el agresor con un movimiento feroz y decidido clavó el piolet que llevaba.
Pronto los guardaespaldas advirtieron el ataque, desarmaron al atacante y empezaron a golpearlo, pero el agredido con el poco aliento que le quedaba les ordenó: ¡No lo matéis!, ¡tiene que hablar! El líder fue llevado a urgencias al hospital donde fue operado enseguida sin éxito, falleció al día siguiente. El asesino fue juzgado y recibió 20 años de condena. Stalin lo condecoró en una ceremonia secreta con la Orden de Lenin, máximo galardón en la URSS. Al salir de la cárcel de Lecumberri en 1960, fue declarado “Héroe de la Unión Soviética” en Moscú. Pasó el resto de su vida entre Cuba y la URSS hasta su muerte a fines de los años setenta.
Con este asesinato se apagó la esperanza de una URSS diferente.
Agosto 22 de 2024