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Kiev, Ucrania. Las tropas rusas abandonaron este domingo la parte norte de la región que circunda a Járkov y las tropas ucranianas lograron izar de nuevo la bandera azul y amarilla en la localidad de Kosaja Lopan, 30 kilómetros al norte de la segunda ciudad del país y a tan solo 4 kilómetros de la frontera por donde comenzó la invasión, hace seis meses.

La nueva huída de las tropas rusas, tras anunciar Kiev hace una semana que había comenzado la contraofensiva, se produce un día después de que el Kremlin anunciara el “repliegue” (así llama el Kremlin a lo que es, de hecho, una retirada) de sus tropas que estaban al sur de Járkov, alegando que se tomó la decisión para reforzar sus fuerzas en la provincia prorrusa de Donetsk, que no logran capturar.

Dicho de otras manera por el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, “Ucrania ha tomado la iniciativa en la guerra”.

“ESTÁN EN PÁNICO”
“El enemigo sigue sufriendo pérdidas”, declaró Zelenski tras confirmar la retirada de tropas rusas de los alrededores de la segunda ciudad del país, luego de una contraofensiva que logró cortar los suministros a miles de soldados rusos, que optaron por replegarse, mientras que otros quedaron totalmente aislados.

“Están huyendo, otros que quedaron atrapados entraron en pánico”, informó Zelenskí, quien auguró una “rápida desocupación del país este invierno”, si logran que se mantenga o acelere el la llegada de armas desde Occidente.

«Este invierno es un punto de inflexión y puede llevar a una rápida desocupación de Ucrania; pero, para ello nuestro ejército necesita un suministro sistemático de los tipos de armas necesarios”, dijo, “Si fuéramos un poco más fuertes con las armas, podríamos desocupar más rápido», reiteró.

Por su parte, Valeri Zaluzhni, comandante en jefe de las Fuerzas Armadas ucranianas, dijo que Ucrania “continúa la liberación de los territorios ocupados por Rusia” y calculó que “desde el comienzo de septiembre, Ucrania ha recuperado el control de más de 3,000 kilómetros cuadrados».

Según el Estado mayor de Ucrania en su parte de guerra, las fuerzas rusas han sufrido grandes bajas durante los combates y mencionó que 75 efectivos heridos fueron trasladados a la región rusa de Bélgorod, cercana a la frontera.