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Moscú, Rusia. Vladimir Putin ha ofrecido dos opciones a los mercenarios del Grupo Wagner: unirse al Ejército o irse a Bielorrusia. Así lo ha anunciado este lunes por la noche el presidente ruso en un mensaje televisado a la nación, en el que ha asegurado que los organizadores de la rebelión serán «llevados ante la justicia».
De la misma manera, también ha achacado la rebelión a que algunos de los soldados del grupo de mercenarios fueron «utilizados». «Sabíamos y sabemos que la mayoría de los combatientes y mandos del Grupo Wagner son patriotas rusos, leales al pueblo y al Estado. Lo han demostrado con su valor en el campo de batalla», ha resaltado.
«Han intentado utilizarlos desde la oscuridad y enfrentarlos a sus compañeros de armas, con quienes han combatido por el país y su futuro». De la misma manera, también ha lamentado que «quienes organizaron la rebelión con su traición al país, su pueblo, traicionaron a quienes se vieron arrastrados al crimen. Les mintieron, les empujaron a la muerte».
Putin ha destacado además que «desde el mismo comienzo de todo» él mismo dio «instrucciones directas» para «evitar un gran derramamiento de sangre». «Esto supuso tiempo y quienes cometieron un error tuvieron la opción de pensarlo dos veces, comprender que sus acciones estaban siendo rechazadas por la sociedad y que tendrían consecuencias trágicas, destructivas para Rusia», ha explicado.
«LA REBELIÓN HABRÍA SIDO APLASTADA»
En cualquier caso, Putin ha subrayado que «la rebelión habría sido aplastada». «Los organizadores lo sabían a pesar de su suficiencia. Lo comprendían todo, que estaban perpetrando actos criminales, que estaban dividiendo y debilitando al país cuando afronta una colosal amenaza externa, una presión sin precedentes del exterior, mientras mueren nuestros camaradas», ha argumentado.
También ha advertido de que el «fratricidio» era lo que querían Ucrania y sus aliados occidentales. «Los neonazis de Kiev y sus patrones occidentales y todo tipo de traidores nacionales se frotaban las manos», ha declarado.
«Querían que los soldados rusos se mataran entre sí, que murieran militares y civiles para que al final perdiera Rusia y que nuestra sociedad se dividiera, se ahogara en un sangriento conflicto civil», ha argumentado. «Soñaban con vengarse por sus fracasos en el frente y en su supuesta contraofensiva, pero han errado en sus cálculos», ha remachado.