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Moscú, Rusia. La noticia, difundida por la cadena televisiva CNN, sobre dos videos de contenido muy fuerte que estaban circulando en las redes sociales rusas, con militares decapitados, aparentemente ucranios, provocó que Ucrania acusara este miércoles a Rusia de cometer “crímenes bestiales” y que el Kremlin respondiera que “en el mundo de noticias falsas que vivimos, hay que comprobar la autenticidad de estas grabaciones”.
En el primer video, se ve como unos militares con la cara cubierta, presumiblemente rusos por el lazo blanco en el brazo con que suelen identificarse y por hablar ruso sin acento, sujetan a un soldado, probablemente ucranio por llevar un lazo amarillo y por el escudo de su uniforme, mientras otro le coloca un cuchillo en el cuello y, segundos después, la víctima empieza a gritar por el dolor. El aparente jefe de los verdugos ordena: “Meter la cabeza en un saco y mandar al comandante (en ruso se presta a confusión y puede referirse tanto al saco como al video)”.
En la otra grabación, junto a un carro blindado en llamas, aparecen los cuerpos mutilados, sin manos ni cabezas, de dos militares con uniforme ucranio.
El presidente de Ucrania, Volodymir Zelensky, no tardó en lanzar: “Hay algo que nadie en el mundo puede ignorar: con qué facilidad matan estas bestias. El mundo debe ver este video de la ejecución de un prisionero ucranio. No es casual o un episodio aislado. Ya lo habían hecho. Lo hicieron en Bucha y miles de otras veces. No lo olvidaremos ni perdonaremos a los asesinos”.
El vocero del Kremlin, Dimitri Peskov, reviró: “En el mundo de noticias falsas que vivimos, hay que comprobar la autenticidad de estas grabaciones. Primero hay que confirmar la veracidad de estas imágenes terribles. Sin duda, son imágenes terribles. Y después pueden aparecer elementos para investigar si efectivamente ocurrió, y si es así, quién lo hizo y dónde”.
Nadie sabe quién ni cuándo ni para qué grabó esos asesinatos ni por qué emergieron al primer plano noticioso en el momento en que la prensa mundial está centrada en las noticias que llegan de los campos de batalla y en las posibles ofensivas rusa y ucrania, así como en descubrir quién está detrás y cuánto hay de verdadero y cuánto de falso en las filtraciones de documentos secretos estadunidenses.