El obispo emérito de la diócesis Chilpancingo-Chilapa Salvador Rangel Mendoza informó que trabaja por la paz en municipios de Guerrero junto al exgobernador Rubén Figueroa Alcocer, por iniciativa del priísta.
Por: Quadratín
En declaraciones al concluir la misa del Domingo de Ramos, Rangel Mendoza reveló que como parte de esas acciones el exgobernador que renunció por la masacre de Aguas Blancas acudió a Tixtla y Tlacotepec hace unos cuatro meses para buscar la pacificación, sin dar más detalles.
“La paz que se ha logrado, yo no soy el único actor, hay desde nivel federal gente muy importante, unos generales que han apoyado, también lo puedo decir abiertamente, que don Rubén Figueroa es uno de los que más ha apoyado en la pacificación de estas zonas y de todo Guerrero”, afirmó.
El controvertido obispo aseguró que “la mayoría de Guerrero está en manos del narcotráfico”, porque se vendieron las presidencias municipales y las diputaciones, aunque no explicó quiénes ni cómo.
Sobre la inseguridad y violencia en las regiones de La Sierra y Tierra Caliente, insistió en que el gobierno debe dialogar con los criminales, debido a que “la gente cree más en el narco que en las instituciones”.
Recordó que cuando él fue administrador apostólico de Ciudad Altamirano, región Tierra Caliente, habló con las bandas criminales. “Después de que me junté con esos señores (narcos) de esa región, mandaron unos cartelitos donde allá en Altamirano ya iban a cobrar piso. Entonces yo creo que acercándose a estos señores se pueden conseguir muchas cosas”, expresó.
Sobre la relación de la Iglesia católica con el gobierno que encabeza Evelyn Salgado Pineda de Morena, recordó que en campaña la hoy gobernadora se comprometió a restablecer la Subsecretaría de Asuntos Religiosos, pero dijo que hasta el momento no ha habido diálogo.
Adelantó que en agosto, los cuatro obispos de Guerrero y él acudirán al Vaticano para exponerle al papa Francisco el problema de violencia que se vive en México y el estado.