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Estados Unidos. Una serie de tiroteos masivos ocurridos en Filadelfia, Baltimore y Fort Worth cobraron la vida de 10 personas en vísperas de la festividad del 4 de julio, una sombría muestra del fracaso de Estados Unidos durante décadas a la hora de frenar la violencia alimentada por las armas de fuego.
En un comunicado hecho público por la Casa Blanca, el presidente Joe Biden indicó que es necesario actuar de forma más profunda para «enfrentar la epidemia de la violencia con armas que está rompiendo nuestras comunidades». Asimismo, pidió a los legisladores republicanos que negocien con los demócratas una reforma al control de armas.
Los tiroteos masivos ocurrieron en los estados de Texas, Maryland y Pensilvania y se produjeron horas previas a que EU celebrara el Día de la Independencia (4 de julio), una jornada que, según las estadísticas, suele ser de las más violentas del año.
En Fort Worth (Texas), tres personas fallecieron y ocho resultaron heridas en un tiroteo tras una fiesta local, informó la policía.
Otro tiroteo ocurrió el lunes por la noche en Filadelfia, cinco personas perecieron y dos resultaron heridas cuando un sospechoso ataviado con un chaleco antibalas abrió fuego contra aparentes desconocidos, según la policía local. Entre los heridos había un niño y un adolescente.
Estos dos tiroteos se producen un día después de que dos personas perdieran la vida por disparos y otras 28 resultaron heridas, casi la mitad de ellos niños, en una balacera en una fiesta vecinal al aire libre en Baltimore (Maryland).
La comisionada de la policía de Filadelfia, Danielle Outlaw, anunció el arresto de un sospechoso de 40 años, aunque destacó que «no tenemos ni idea de por qué ha ocurrido esto». La policía de Fort Worth dijo que no se habían realizado detenciones.
Estos últimos actos de violencia se produjeron en torno al aniversario del tiroteo masivo del año pasado en Highland Park, cerca de Chicago, donde siete personas perecieron y otras 48 resultaron heridas en un desfile por el Día de la Independencia. Un hombre de 22 años permanece detenido tras ser acusado de 117 delitos graves por la matanza.