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Belgrado, Serbia. Un adolescente serbio de 13 años tiroteó este miércoles mortalmente a nueve personas, ocho menores y un guardia de seguridad, en un colegio de Belgrado, y dejó a otras siete heridas, seis alumnos y una profesora, en la peor masacre con arma de fuego en lo que va de siglo en Serbia, uno de los países con más armas por habitante del mundo.
De entre los heridos, una niña sufrió heridas graves en el cerebro, por lo que fue sometida a una difícil operación quirúrgica y su vida está en peligro, informaron fuentes hospitalarias.
En otro hospital belgradense, Centro de Urgencias, tres niños y la docente fueron sometidos a intervenciones quirúrgicas y uno de ellos, un menor con heridas en el tórax y la columna vertebral, aún está en estado grave.
La balacera en el Old National Bank de Louisville dejó este lunes un saldo de 5 muertos y 8 heridos.
El presunto agresor fue arrestado en el patio del colegio donde se produjo la masacre, cuyos motivos aún se desconocen, pero que todo apunta a una venganza de un alumno por reprobado.
Alumno modelo
El presunto agresor ha sido descrito como un alumno modelo, pero que había sacado malas notas en la asignatura de historia.
Según testigos presenciales, el autor entró en el aula de esa asignatura y comenzó a disparar, primero a la profesora de historia y luego a los alumnos.
Padre arrestado
El ministro del Interior, Bratislav Gasic, indicó que las dos pistolas que usó el presunto agresor tenían licencia y eran propiedad del padre del menor, que ha sido también arrestado.
Según señaló el ministro, el chico practicaba con su padre en polígonos de tiro y con esa actividad había aprendido a disparar.
La Fiscalía Superior de Belgrado informó de la detención preventiva durante 48 horas del padre del autor de los disparos por sospecha de graves delitos contra la seguridad general.
«El padre afirma que tenía más de una pistola y que las mantenía bajo llave», explicó anteriormente el ministro, quien añadió que parece que el adolescente se las arregló para hacerse con dos armas y tres cargadores con quince balas cada uno, señala la emisora N1.
La fiscalía también indicó que pidió análisis toxicológicos de la sangre del niño que disparó.