Por: Servicios AINI
Las autoridades tailandesas informaron que el terremoto y las réplicas se sintieron en la mayoría de las provincias del país.
El gobierno militar declaró en un comunicado que se han encontrado mil 644 muertos, hay 2 mil 376 heridos y siguen 139 personas desaparecidas. Dejó entrever que los números podrían aumentar, y señaló que “aún se están recopilando cifras detalladas”.
Birmania está sumida en una prolongada y sangrienta guerra civil, la cual ya ha generado una enorme crisis humanitaria. Esto hace que moverse por el país sea difícil y peligroso, complicando las labores de ayuda e incrementando los temores de que la cifra de muertos pudiese aumentar precipitadamente.
El terremoto sacudió la nación el viernes al mediodía, y el epicentro no estuvo lejos de la ciudad de Mandalay, seguido de varias réplicas, incluida una de magnitud 6.4. Derribó edificios en muchas áreas, hizo que las carreteras se retorcieran, provocó el desplome de puentes y rompió una presa.
En la capital Naipyidó, los equipos trabajaron el sábado para reparar las carreteras dañadas, mientras que los servicios de electricidad, teléfono e internet permanecieron interrumpidos en la mayor parte de la ciudad. El terremoto derribó numerosos edificios, incluidas varias viviendas de funcionarios públicos, pero las autoridades bloquearon el acceso el sábado a esa zona de la ciudad.
En la vecina Tailandia, el terremoto sacudió el área metropolitana de Bangkok, donde habitan unos 17 millones de personas, y otras partes del país.
Las autoridades municipales de Bangkok indicaron que hasta ahora se ha hallado a seis personas muertas, 26 heridas y 47 aún desaparecidas, la mayoría de un sitio de construcción cerca del popular mercado Chatuchak de la capital.
El sábado se trajeron más equipos pesados para mover las toneladas de escombros, pero la esperanza se desvanecía entre amigos y familiares de los desaparecidos de que pudiesen ser encontrados con vida.
“Estaba rezando para que hubieran sobrevivido, pero cuando llegué aquí y vi la ruina… ¿dónde podrían estar? ¿En qué rincón? ¿Siguen vivos?. Sigo rezando para que los seis estén vivos”, dijo Naruemol Thonglek, de 45 años, llorando mientras esperaba noticias sobre su pareja, que es de Myanmar, y cinco amigos que trabajaban en el lugar.
“No puedo aceptar esto. Cuando veo esto, no puedo aceptarlo. Un amigo cercano mío también está ahí”, señaló.
Waenphet Panta señaló que no había tenido noticias de su hija Kanlayanee desde una llamada telefónica aproximadamente una hora antes del terremoto. Un amigo le dijo que Kanlayanee había estado trabajando en lo alto del edificio el viernes.
“Estoy rezando para que mi hija esté a salvo, que haya sobrevivido y que esté en el hospital”, manifestó ella, con el padre de Kanlayanee sentado a su lado.
Las autoridades tailandesas informaron que el terremoto y las réplicas se sintieron en la mayoría de las provincias del país. En muchas zonas del norte se registraron daños en edificios residenciales, hospitales y templos, incluyendo en Chiang Mai, pero sólo se reportaron víctimas en Bangkok.