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Estados Unidos, Octubre 15.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo el martes que había comunicado a Hamás que el grupo militante debe desarmarse o se verá obligado a hacerlo.


El lunes, Hamás liberó a los últimos rehenes israelíes vivos de Gaza e Israel envió a casa autobuses llenos de detenidos palestinos en virtud de un acuerdo de alto el fuego negociado por Trump, pero Hamás no se ha comprometido públicamente a deponer sus armas.


Si no se desarman, los desarmaremos. Y ocurrirá rápida y quizás violentamente», dijo Trump durante una reunión en la Casa Blanca con el presidente argentino Javier Milei.


Trump dijo que se lo había comunicado a Hamás y que habían aceptado desarmarse, tal y como establecía su propuesta de paz de 20 puntos.
Hablé con Hamás y le dije: se van a desarmar, ¿verdad? Sí, señor, vamos a desarmarnos. Eso es lo que me dijeron», dijo Trump, aclarando después que transmitió el mensaje a través de intermediarios.


Las perspectivas del plan de paz de Trump se han ensombrecido desde que el lunes regresó de una visita a Israel y Egipto.


Israel restringió la entrada de ayuda a Gaza y mantuvo cerrada la frontera del enclave el martes, mientras que los combatientes de Hamás, que han resurgido, demostraron su dominio ejecutando a hombres en la calle.


¿Fin de invasión a Gaza?


En octubre de 2025, tras años de conflicto entre Israel y Hamas, EE. UU. Logró mediar en un acuerdo de alto al fuego por el que Hamas liberó a los últimos rehenes israelíes vivos de Gaza, a cambio de que Israel liberara detenidos palestinos como parte de un canje humanitario.


Este acuerdo es la primera fase de un plan de paz de 20 puntos propuesto por el expresidente Donald Trump, que pretende regular el desarme de Hamas, la reconstrucción de Gaza y un gobierno interino bajo supervisión internacional.
No obstante, pese al canje y al alto al fuego, Hamas no ha hecho un compromiso público claro de desarmarse ni de renunciar a su autoridad en la Franja de Gaza.


En ese contexto, Trump declaró que había transmitido a Hamas que debía desarmarse, y advirtió que, de negarse, Estados Unidos los “desarmaría” por la fuerza, posiblemente de forma rápida y violenta.


Las reacciones han sido mixtas: mientras algunos ven la medida como una presión necesaria para consolidar la paz, otros cuestionan su legalidad y viabilidad. Expertos advierten que obligar al desarme de un grupo armado en un territorio extranjero plantea serios dilemas jurídicos e implica riesgos de escalada militar.


La dinámica de poder en Gaza tras el conflicto futboliza tensiones internas en el enclave, con ejecuciones internas y conflictos entre facciones locales que complican el panorama de gobernabilidad.