Por: Servicios AINI
Ciudad de México, Octubre 5.- Con la mayoría de Morena y con el respaldo de legisladores del PRI y del PRD, el Senado avaló la reforma que permitirá ampliar hasta 2028 la presencia de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad.
Con una votación de 87 a favor y 40 en contra, el pleno avaló con mayoría calificada el dictamen con la adenda que se hizo de último momento, con el visto bueno del secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández.
En la adenda a la propuesta que se dictaminó el lunes en las Comisiones Unidas de Puntos Constitucionales y Estudios Legislativos Segunda, que planteó el coordinador Ricardo Monreal, se estableció un control parlamentario sobre las Fuerzas Armadas desde el Congreso, a través de una Comisión Bicameral.
El líder de la mayoría aseguró que el Poder Legislativo saldrá ganando: “Hoy, el Senado y el Congreso ganan, porque siempre nuestra lucha ha sido por mantener el equilibrio de poderes, ser un contrapeso real, y hoy nos lo podemos dar”, afirmó.
Aunque la senadora del Grupo Plural, Nancy de la Sierra, reprochó que Monreal quiera que se conformen con “migajas”, el senador zacatecano rechazó que sean “mercachifles”, porque sus votos son con firmeza y dignidad.
Señaló que, entre los agregados se destaca que a partir del ejercicio fiscal 2023, no en 2024, el Ejecutivo federal establecerá un fondo permanente de apoyo a las entidades federativas y municipios destinado al fortalecimiento de sus instituciones de seguridad pública.
“Dicho fondo se establecerá de forma separada e identificable respecto de cualquier otro ramo o programa destinado a otros propósitos en el Presupuesto de Egresos de la Federación, y no podrá ser inferior en términos porcentuales al incremento que reciba la Fuerza Armada Permanente y la Guardia Nacional para tareas de seguridad pública cada año. Los recursos de dicho fondo no podrán ser utilizados para otro fin”, indicó Monreal.
Incluso aseguró que una vez modificada la legislación secundaria necesaria ese fondo también se podrá formar con recursos que se recuperen de decomisos, incluyendo aquellos que pertenezcan a cuentas activas en instituciones bancarias provenientes de actividades ilícitas.
La aprobación de la reforma se dio en un debate en el que la senadora del PAN, Lilly Téllez, llamó corruptos y “ceros a la izquierda” a los miembros de la mayoría legislativa e incluso le dijo “sentado y callado, esperando sus croquetas” al senador Napoleón Gómez Urrutia, cuando quiso interrumpirla.
“Andrés Manuel López Obrador no quiere asumir a sus muertos y se los va a endosar al Ejército, quiere zafarse de sus muertos y decir que son los muertos del Ejército”, manifestó la senadora panista tras decir que la Guardia Nacional es el fracaso personal del Presidente y calificar como “mascotas” a los secretarios de Seguridad.
Las declaraciones de Téllez derivaron en diversos señalamientos por parte de senadores de Morena, como el hecho de que Lucía Trasviña incluso la encaró directamente en la tribuna, acompañada por Citlalli Hernández, y le dijo que no era hiena ni corrupta, pero Téllez le remarcó que es corrupta porque encubre al crimen organizado.
A su vez, la senadora Rocío Abreu aseveró que Téllez “tiene la cola larga y la lengua corta” y hasta pidió que le hicieran la prueba antidoping.
Por su parte, la senadora del PRI, Claudia Ruiz Massieu, recordó desde la tribuna a su padre, José Francisco Ruiz Massieu, y dijo que su voto era en congruencia con lo que él le enseñó y para ver a los ojos a sus hijos, por lo que no respaldó el dictamen.
El senador de Morena, Félix Salgado Macedonio, dijo a Ruiz Massieu que él sostiene que su padre y Luis Donaldo Colosio fueron asesinados por Carlos Salinas de Gortari y le preguntó si precisamente para cambiar la corrupción y la violencia apoyaría la reforma.
En respuesta, la senadora priista enfatizó: “Senador Salgado Macedonio, le respeto su punto de vista, pero no le permito que mencione a mi familia sin fundamento. Respecto de su pregunta, nadie quiere que México siga sumido en la inseguridad, en la violencia y en la impunidad, justamente eso es lo que la oposición ha estado tratando de evitar en estos años”.
Señaló que su encrucijada no es si votaba a favor o en contra del dictamen, sino si se atrevía a ejercer un voto que reflejara sus convicciones y subrayó que la propuesta que sometieron a votación, en los hechos, no contenía la voluntad política del gobierno.
Los senadores que anteriormente no respaldaron la reforma y que cambiaron su voto lo hicieron público en la tribuna, como el coordinador del grupo parlamentario del PRD, Miguel Ángel Mancera, quien justificó que decidió acompañar el dictamen para dotar a las Fuerzas Armadas de un marco legal en su actuación y porque consideró que no se les debe enviar “a la guerra sin fusil”.
La senadora Sylvana Beltrones manifestó su respaldo a la reforma y criticó a aquellos a los que “vivir en el no se ha vuelto su único mundo”.
El senador Manuel Añorve, del PRI, dijo que en Guerrero se necesita la presencia de las Fuerzas Armadas, y estimó que no hay manera de que se retiren en 2024, por lo que incluso hizo un llamado a los demás senadores a respaldar el dictamen.
El también senador del tricolor, Jorge Carlos Ramírez Marín, resaltó el hecho de que ahora tendrán una figura para la rendición de cuentas ante el Congreso, figura que se tiene que conformar dentro de 60 días.
El senador del Grupo Plural, Gustavo Madero, aseveró que esta reforma surgió del “semen de la corrupción” por el caso de Alejandro Moreno, dirigente nacional del PRI, pues dijo que todo se comerció con su impunidad y se trató de una “manzana envenenada” para la oposición, sobre todo rumbo a los próximos comicios.
Tras ser modificado, el dictamen será devuelto a la Cámara de Diputados, como instancia legislativa de origen.