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Por: José I. Delgado Bahena

Es la verdad: NO estoy de acuerdo en el tremendo gasto que los políticos están haciendo con sus calcomanías que están pegando en los carros; esto se traducirá en basura y será dinero tirado que bien podría emplearse en otras cosas de mayor beneficio. Creo que deberían utilizar las redes sociales para promoverse. Entiendo que es una forma de mostrar fuerza y, según, aceptación entre la ciudadanía. Ojalá se dieran cuenta de que ya estamos en otros tiempos y que las formas de comunicación, o manipulación, son distintas. En fin…

Ya que hablamos de este tema, sinceramente, estoy en un dilema. Tengo una inclinación partidista; pero es por los conceptos con los que se formó el partido con el que simpatizo; sin embargo, en la claridad del entendimiento, es fácil darse cuenta de que las ideologías y los principios políticos ya no existen, solo los intereses personales y ambiciones de grupo. Es decir: buscan el poder por el poder y lograr posiciones en la administración pública que les permita vivir del recurso público y, si es el caso, colocar a su amigos y familiares en algún puesto que les dé para vivir al menos por tres años.

La realidad del ejercicio democrático en México nos abre los ojos para darnos cuenta de que, entre los participantes, no hay respeto por sus partidos; los abandonan en cuanto se dan cuenta de que no serán considerados para alguna candidatura y se van donde les abran los brazos. ¿Por qué lo hacen en los otros partidos? Porque se supone que ese político trae gente, que llega a sumar y a garantizar que aumentarán el número de votos. Ahora les llaman “chapulines”.

Además, difícilmente serán personas que hayan dado resultados a la ciudadanía que alguna vez confió en ellos. Entonces, a los votantes nos tienen en la incertidumbre de si elegir por el partido o por la persona.

En Iguala, por ejemplo, no he escuchado alguna propuesta que vaya dirigida a mejorar la calidad de vida de la población. Claro, como ya he mencionado en otra ocasión, prometen obras materiales, y ya; pero, ¿y los programas para atender la salud, el arte, la educación, la cultura y el deporte?

Mire: en otra ocasión he comentado sobre la incapacidad de comprensión que hay en la administración del CICI. Ahí les dan atención a las personas mayores; gente que, por su estado de salud, o por la edad, necesitan, al menos, ejercitarse para que su organismo esté activo y, ¿qué creen?, ¡les cobran! Según sé, al instructor le paga el ayuntamiento, está en nómina, pues, de manera que no deberían hacerlo. Ah, si se supone que es para el mantenimiento, imagino que de las entradas del público podrían tomar para los gastos porque, sin duda, los empleados también están en nómina. Y no me digan que necesitan comprar escobas, cloro, y demás utensilios, porque el ayuntamiento tiene proveedores y solo se necesita hacer requisiciones. Dinero hay. Pero, claro: antes que invertir en la atención de la salud, hay que asegurar los altos salarios. Ya sé: me dirán que esas personas reciben su pensión de 65 y más; pues aunque fueran ricos, solo menciono un caso donde hace falta fijar la vista para darnos cuenta de que estos rubros no están en la lista de propuestas de los candidatos.

Por eso NO estoy de acuerdo en el exceso en los gastos de campaña, de todos los partidos, y no sé por quién votaré. Estoy atento a los compromisos que los candidatos a la presidencia municipal hagan públicos; si alguno, además de prometer pavimentar las calles, ofrece desarrollar proyectos culturales y apoyar el arte, decidiré.

Por lo pronto, seguiré respetando la participación de amigos y familiares que apoyan a tal o cual candidato. Me da gusto que quienes tenemos la posibilidad de ejercer nuestro derecho, lo hagamos, y no nos mantengamos al margen viendo la vida pasar. Como decía mi padre: vota, no dejes que otros decidan por ti.