Se vale soñar
Por: José I. Delgado Bahena
Por fin, después de muchos años, un gobierno municipal da muestras de interesarse realmente por la administración de la cultura y las artes en Iguala. Creo que desde el periodo del Dr. Raúl Tovar no ha habido la apertura para que, quienes nos dedicamos a estas actividades, tengamos la oportunidad de participar en la elaboración de proyectos y la administración de los recursos, en beneficio de la ciudadanía, para facilitar el acceso al derecho a la cultura.
Ha salido la convocatoria para que cinco compañeros sean incluidos en el Consejo Municipal para la Cultura y las Artes y, aunque es cierto que parece limitar, o filtrar, esta oportunidad, al parecer ha sido bien elaborada para cubrir las necesidades e intereses de quienes puedan sacar algún provecho, ya sea grupal o individual.
Es que, mire: el propósito es bueno, los objetivos son claros, las intenciones están bien dirigidas; pero, lo único que parece no gustar tanto, son dos cosas: hay un requisito que provocó cierta molestia y el hecho de que no habrá remuneración económica para quienes resulten electos como consejeros.
Con respecto a que, quienes se presenten como candidatos, deben acreditar NO tener antecedentes penales, a mi juicio, es muy exagerado. Por ejemplo, digamos, que alguien tuvo cierto conflicto legal de índole matrimonial y estuvo en un centro de readaptación por ese motivo; pero fue liberado después de pagar su condena y, por supuesto, reintegrado a la sociedad, y es una artista, un promotor cultural, un escritor, pintor, etc; pero, si por ese antecedente, ya no puede participar, pienso que en lugar de abrir los brazos a la rehabilitación del ser humano, se le cierran las puertas y se le margina. Inclusive, si se tratara de un delito mayor, como el robo, violencia, o cualquier otro, pero el individuo ha superado su error y se reincorpora a una vida honesta y digna en torno al arte y la cultura, no tendría por qué restringírsele su participación.
La otra, en la que se señala que el consejero electo, que ha presentado sus documentos y acredita ser un artista, no recibirá algún tipo de apoyo económico, también me parece injusto. Se olvidan las autoridades de que, en la función y acto de gestionar, promover, realizar, organizar, planear, siempre hay pequeños gastos que se tienen que hacer, inclusive por el hecho de dedicar parte de nuestro tiempo que, necesariamente, dedicamos para buscar ingresos económicos para nuestras familias; entonces, se sufragan esos gastos con dinero de nuestros bolsillos; así sean copias, tinta para impresora, gasolina para nuestro automóvil o pasajes.
Sin embargo, y a pesar de, por supuesto que es necesario que se conforme dicho consejo de cultura y las artes; pero que realmente funcione y que no sea solo para simular que se atiende esta demanda. Es tan interesante y completa la exposición de motivos de la convocatoria, que no pude evitar un suspiro al imaginar que “se garantizará que toda persona tenga derecho al acceso a la cultura y se promoverán los medios para la difusión y desarrollo de la cultura y las artes”; además, los criterios que se consideraron para promover la integración del Consejo Municipal para la Cultura y las Artes en Iguala, son tan altos que parecen inalcanzables; pero, claro: se vale soñar.
Entre otros, se pretende: “procurar la satisfacción de las necesidades artísticas de los habitantes; reconocer al creador, al promotor y al usuario de la cultura y las artes, facilitando su acceso a los bienes del municipio; velar que la asignación de recursos por área artística sea equitativa… y la necesidad de apoyo de los artistas; estimular la calidad y permanencia de los grupos artísticos profesionales creados por el municipio…; apoyar la creación artística y su difusión, así como el descubrimiento temprano de los talentos artísticos y culturales a nivel comunitario y vecinal. Contribuir a la creación de públicos”.
¿Vedad que suena interesante? Solo rescaté los enunciados más claros y directos que impactarán necesariamente en la ciudadanía, como el incluir en el programa de estas acciones a las comunidades y colonias del municipio.
Honestamente, me emociona. Sé que en Iguala tenemos a grandes activistas culturales que, de por sí, andan metidos en esta labor con el corazón incendiado de pasión por lo que les gusta hacer, por los sueños, las ilusiones y compromisos con la sociedad y con ellos mismos. Deseo, de todo corazón, que los cinco compañeros que resulten seleccionados, tengan todo el apoyo de las autoridades y lleven a cabo lo que pretende la convocatoria.