No hay quinto malo
Por: José I. Delgado Bahena
Antes que todo, ofrezco una disculpa a los posibles lectores de esta columna que desde 2011 he venido aportando al Diario 21 donde amablemente me abrieron las puertas y me cedieron dos espacios: uno para mi columna del Manual para Perversos, y el otro para esta de Sector 7.
Ofrezco la disculpa porque pretendo hablar de una de mis obras que me ha permitido situarme en el gusto de los lectores de estos textos que nacieron con un doble propósito: propiciar el interés por la lectura y el de recrear situaciones de la conducta humana donde nos viéramos retratados, como ante un espejo, con todos los defectos que como humanos tenemos.
Pero lo hago por la circunstancia de que en estos días por fin recibí los ejemplares que me editaron en la Ciudad de México, con la editorial Anaya”, de mi libro “Manual para Perversos, tomo V”. Evidentemente, si es el quinto tomo, es que hay cuatro anteriores, pero el primer tomo está agotado y solo me queda un ejemplar, como muestra del que fue la llave que abrió la posibilidad de esta intercomunicación que he establecido con mis lectores.
Quienes han leído mis “textos perversos para canallas tristes”, saben que son historias que no terminan, sus desenlaces quedan a disposición de quien los lea, y dependerá de su imaginación, de su creatividad e, incluso, de sus vivencias, para crear en su mente el final que mejor que le parezca.
En alguna ocasión tuve la oportunidad de explicar cómo se me ocurrió escribir estas historias; por eso, ahora, solo me referiré al nuevo tomo. En esta ocasión decidí compartir cincuenta y seis textos que ya habían sido publicados en el periódico, como hice con los tomos anteriores, en los que los personajes se nos muestran con toda su crudeza para evidenciar hasta dónde somos capaces de llegar cuando perdemos el control de nuestras emociones y nos dejamos arrastrar por las palpitaciones del amor enredado con el deseo sexual.
Títulos como: A la prima se le arrima, Mi cuñado, El mundo de ella, Ella tenía marido, La amiga de mi amante, La fuerza del deseo, La venganza de Freud, Maldito amor, Mi mejor amiga, Mi sugar mommy, Niño precoz, Pasión liberal, Por goloso, Por una mujer casada, Pude tener a las dos hermanas, Quería tener otro hijo, ¿Quieres hacer un trío? ¿Quieres ser mi amante?, Soy una perversa, Sugar Daddy, Tú buscabas marido, etc, son los que vienen en este libro que está teniendo buena aceptación.
Por favor, permítame compartirles unas palabras que mi amigo Bony Chávez, poeta y narrador de Tepecoacuilco, me hizo el favor de redactar con base en los comentarios que su papá, don Jaime Chávez, le hizo en vida, los cuales sirvieron para elaborar un texto a manera de prólogo para este tomo V, lo cual le agradezco, primero a don Jaime, y enseguida a mi amigo Bony, por tan amables palabras.
“Dicen que no hay quinto malo.
Antes que todo, quiero agradecer al profe José I. Delgado por permitirme escribir estas líneas para la edición del tomo cinco del Manual para Perversos, y, aprovechando la ocasión, me permito felicitarlo por su importante e impecable trayectoria como escritor.
Soy aficionado a la lectura, gusto mucho de los libros western de autores como Marcial Lafuente Estefania, Silver Kane, Keith Luger y Donald Curtis. Sin embargo, un jueves mientras desayunaba y vagaba por las páginas del periódico Diario 21 me encontré con una columna que llamó poderosamente mi atención: «MANUAL PARA PERVERSOS». Al adentrarme en las primeras palabras de aquel relato, simplemente se me hizo imposible dejar de leer. Me volví fanático lector del maestro José. Cada jueves (porque antes salía los jueves) iba al puesto de revistas a traer mi periódico para leer el Manual.
Las historias que en él se cuentan sobrevuelan la realidad, con tramas muy curiosas que atenazan al lector hasta el final, por las actitudes de los personajes que se nos antojan perversos gracias a la pericia del autor para manejarse exquisitamente entre el amor, el erotismo y la perversidad.
Pero más grande y grata ha sido mi sorpresa al saber que el «Perverso» es gran amigo de mi hijo Bony Chávez, quien tiene una incipiente carrera como escritor.
Te recuerdo que todos tenemos nuestro lado perverso. Disfruta de estos textos, canalla triste.”
Los invito a adquirir el quinto y último tomo del Manual, porque he decidido cerrar el ciclo de estas historias para evitar ser redundante y repetitivo. Muchas gracias.