Sembrando sueños

Por: José I. Delgado Bahena

Inolvidable semana que viví en la que será la región La Sierra, de nuestro estado; lugar donde, en algún momento, me pregunté: ¿por qué la gente se vino a vivir tan lejos? La respuesta no la tuve tan pronto; pero, la verdad, no importó.

Les platico esto porque esta experiencia que disfruté al máximo, durante mi estancia en la comunidad de Pueblo Viejo, perteneciente al municipio de Heliodoro Castillo, me dejó con los ojos maravillados y el corazón rebosante de gratitud con los maestros que me dieron la oportunidad de, sin merecerlo, recibir palabras de agradecimiento, cuando el tremendamente agradecido soy yo.

Por medio del maestro Eduardo García Ocampo, recibí la invitación que me hacía el maestro Javier Rómulo Aguirre, supervisor de la zona 069 de telesecundarias, en el municipio que ya mencioné, y de inmediato acepté, ya que, a cambio de apoyarlos como jurado en sus actividades, y de hacer una presentación de mis libros, me ofrecieron transporte, alimentación y hospedaje.

Así que, después de casi nueve horas de viaje, por algunas paradas que hicimos, para almorzar y otras cosas, llegamos a Pueblo Viejo, y de inmediato sentí el cobijo de un clima fresco, templado y rodeado de montañas con vegetación siempre verde.

«Muévete para transformar», se llamó la jornada de actividades culturales, académicas, artísticas y deportivas que la supervisión escolar, y los maestros de la escuela sede, organizaron para reunir, allí, a los alumnos de trece comunidades vecinas donde hay escuelas de telesecundaria.

De Pandoloma, El Frío, Tejamanil, Las Margaritas, La Primavera,La Aurora, Toro Muerto, Campo Morado, Chapulines, El Durazno San Vicente , Santa Elena, Otatlán, y el anfitrión: Pueblo Viejo, reunieron a más de trescientos alumnos para participar en competencias de: declamación, oratoria, canto, conocimientos, atletismo, futbol y basquetbol en las que, a pesar de que en ocasiones se desbordaron las pasiones, al final prevaleció la armonía, la convivencia afectiva y el gusto por reconocer en el rival a un amigo en potencia.

¿Quiénes ganaron? Claro está que todos. Aunque algunos llegaron a su comunidad con la alegría de haberse llevado algún trofeo, una medalla o un obsequio, definitivamente: todos fuimos ganadores en esta vivencia que tendremos resguardada en el corazón por mucho tiempo, y al recordarla florecerá en nuestros rostros la mayor de las sonrisas.

Vayan, pues, mis felicitaciones para el supervisor, por la iniciativa, así como a sus maestros de apoyo y al personal de la escuela anfitriona «Leona Vicario», de Pueblo Viejo: Mtra. Yoselín Villalobos Miranda, Mtro. Jorge de Jesús Figueroa Ventura y Mtra. Blanca Estela Hurtado López; pero muchas más felicitaciones para la población que aportó, apoyó y coadyuvó en todo momento para que los alumnos, maestros y padres de familia tuvieran alimento y hospedaje durante los tres días de actividades.

Sinceramente, creo que este tipo de ejercicios comunitarios deberían hacerse en todos lados y en los diferentes niveles educativos, porque por este medio se siembran sueños y esperanzas entre personas que comparten intereses y necesidades.