Zitlalkiauitl

Por: José I. Delgado Bahena

En días recientes, cuando se llevó a cabo el Festival Cultural Yohuala 2022, se realizaron una serie de eventos y actividades que trajeron un poco de lo mucho de arte y cultura que queremos para nuestra ciudad y, de hecho, para todo el municipio.

Hubo de todo y, la verdad, fue un gran esfuerzo por parte del ayuntamiento; desde luego, a quienes vi comprometidos en la organización y realización de cada presentación fue a la regidora de cultura: Dalia Resédiz, y al director de cultura: Víctor Manuel Mata Pastrana.

Música, danza, poesía, teatro, presentaciones de libros, canto, exposiciones, desfiles, muestras artesanales, juegos tradicionales, etc. Solo me faltó un concurso de algo, para resaltar la creatividad de los guerrerenses y , desde luego, los igualtecos, para presumir lo que se hace a nivel local.

Lamentablemente no pude asistir a todo, o al menos la mayoría; justamente el 4 de octubre falleció un familiar y estuve muy ocupado apoyando en el velorio y el sepelio. Sin embargo, por las publicaciones que vi en los medios, hubo buena asistencia y la gente disfrutó al máximo, a pesar de las condiciones en que se realizó el festival, por los trabajos en el Centro Histórico.

En este marco, se presentó el Ballet Folklórico Zitlalkiauitl, del cual tuve el honor de ser invitado por su director general, el maestro Óscar Viveros García, para realizar su presentación en la velaría de la feria, donde actuaron, el domingo 2 de octubre.

Al pensar en la forma de presentarlos, me pregunté por qué me había invitado; la respuesta fue sencilla: sabe que soy poeta y espera que use un texto inmerso en la poesía. Entonces, al investigar la información que necesitaba, se fue ensamblando en mi mente un racimo de versos que desgrané entre los datos que debía mencionar para que la gente recordara los orígenes y los propósitos de este gran grupo de artistas que emociona en cada una de sus presentaciones.

Parte de lo que escribí, va así:

“Quiero a la sombra de un mango/ o de un tamarindo en flor,/ contar esta historia ilustre/ que da vida a la cultura,/ la costumbre y tradición/ de nuestra tierra igualteca,/ y se mece entre los sueños/ de música, danza y folklor.”

En serio que, al encontrar la información me maravilló la senda que han trazado con su talento y su amor por el folklor, las costumbres, las tradiciones y todo lo que nos representa como mexicanos. Sin duda: el maestro Óscar, al crear, en 1984, el grupo de danza, en el CBTis 56, y después la ESDAF (Escuela Superior de Danza Folklórica), ha seguido la intuición de su corazón y ha sembrado semillas que germinan en los ojos de los niños y jóvenes que asisten a su escuela. Se nota, claro está, que ejecutan sus bailes con disciplina y rigor; pero, más que nada, con amor.

“Grandes foros, gran talento,/ en el grupo que él formó;/ durante treinta y ocho años/ han pisado escenarios/ que han vestido de gala/ con su energía y desempeño,/ con sus ritmos y sus bailes/ que interpretan con amor.”

¡Ah, qué hermosos ensambles/ en las polkas y jaranas!,/ en los huapangos, / en los sones, y en las danzas;/ cuando los muchachos llueven,/ como estrellas, besan a la aurora,/ y derraman su arte sobre la tarima/ con sus botines alegres/ que contagian emoción.”

En su participación del Festival, con el programa “Por algo pasan las cosas”, abrieron boca con una danza prehispánica que motivó al público a regalarles una gran ovación. Luego siguieron los niños que, con su ternura y sus pasos pequeños, pero firmes, bien marcados y al ritmo de la música, desplegaron su vivacidad y contagiaron con sus ritmos que marcaban en los golpes sobre medias jícaras que llevaban en sus cuerpos. Después, todo un espectáculo que deslumbró, como es costumbre en sus presentaciones, con gran gala, luciéndose siempre, resaltando los vestuarios con su colorido y hechura, la “lluvia de estrellas”, como significa su nombre, se dejó venir desde el firmamento de su sensibilidad.

Definitivamente hay que felicitar a los alumnos de la ESDAF y a los padres de familia que alientan y apoyan el interés de los niños y jóvenes por acercarse a estos bailes folklóricos; pero, claro está, también a los maestros: la directora del ballet infantil, la maestra Martha Jarenni Viveros Cruz; los directores del ballet juvenil, los licenciados Bertha Karina y Óscar Viveros Cruz y, desde luego, a su director general, el maestro Óscar Viveros García. ¡Que suene la música!

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