Ella quisiera hacer más
Por: José I. Delgado Bahena
La verdad, tengo prohibido hablar de tres temas en mi columna; uno de ellos es la política. Es una prohibición que yo mismo me he impuesto por razones que no tiene caso explicar, ya que la principal es la prudencia, pero hay más.
De manera que, por favor, no se confunda, usted que me está leyendo. El tema que abordaré tiene que ver más con la cultura, aunque, desafortunadamente, estén íntimamente relacionados.
Bueno, resulta que, al empezar la administración de la gobernadora, todos suspiramos esperanzados por los beneficios que podría traer para nuestro municipio que una igualteca fuera llegara a ese puesto. Luego, cuando la maestra Aída Melina Martínez Rebolledo fue nombrada Secretaria de Cultura en el estado, las esperanzas en quienes nos dedicamos a alguna actividad cultural, fueron mayores.
Entre paréntesis, les comento que, hace años, en una reunión que tuvimos con un grupo de amigos que pretendíamos acceder a la comisaría municipal de mi pueblo, hablábamos de los proyectos que desarrollaríamos en caso de que la ciudadanía nos favoreciera con su voto. Entonces, más en serio que de broma, alguien dijo que, principalmente, deberíamos buscar mejoras para nuestros barrios, y nombró, entre otros, la pavimentación, el alumbrado y pintar nuestras casas de manera armónica para que tuviera una vista especial para los visitantes. Le dijimos que la propuesta que planteaba parecía muy egoísta para los demás barrios; entonces dijo: “es que, si todos los comisarios trabajáramos por mejorar los lugares donde vivimos, poco a poco el pueblo iría cambiando su fisonomía. Claro que se podría hacer a la par de otras acciones que beneficiaran al pueblo, en general”.
Sinceramente, no me parecía tan mala la idea. Tal vez por eso no ganamos y la comunidad cada día se desmorona en varios de sus aspectos que en otra ocasión les comentaré.
Pues, bueno, este ejemplo me sirve para resaltar que la gobernadora, siendo de Iguala, poco, o tal vez nada, ha hecho por el municipio. No digo la ciudad, porque creo que las comunidades, con frecuencia, son olvidadas por los gobiernos.
Pero el tema más importante es que por estos días han aparecido publicaciones en las que se habla de la destitución de la maestra Aída como Secretaria de Cultura. El fundamento es porque bajo la dependencia de la secretaría se organizó y se llevó a cabo un homenaje al ex gobernador de Guerrero Rubén Figueroa.
Hasta donde sé, este homenaje estaba programado en el calendario cívico del estado, por lo que ella se limitó a ejecutar lo que de antemano el congreso había acordado. No sé, pero más o menos va así la explicación que se dio por parte de la maestra.
En fin que, por este hecho es duramente criticada la funcionaria, y se pide su renuncia o destitución mediante un desplegado que un gran número de firmantes, dedicados al arte y la cultura en Guerrero, expresan que por sentirse ofendidos de que haya sido homenajeado un personaje de la política que persiguió, y asesinó, a luchadores sociales de su época, entre ellos al Prof. Lucio Cabañas Barrientos.
Honestamente, creo que a estas personas solo les gusta ver sangre, y tratan de justificar su falta de solidaridad con las clases sociales más humildes y aparentan ofenderse por el agravio, al suponer que se aplauden las acciones del ex gobernador porque, si de verdad sintieran empatía por la lucha de Lucio Cabañas y Genaro Vázquez, andarían en las calles haciendo labor para atraer beneficios para su gente.
En lo personal, no me uní a ese desplegado porque he valorado lo que la maestra Aída ha hecho en torno a la cultura en Iguala. Sé que ella quisiera hacer más, pero son más de ochenta municipios que debe atender y los recursos no son suficientes. Lo entiendo perfectamente, y lo digo porque en el desplegado mencionan un gran número de faltas de atención por parte de la secretaria.
Pero, además, tengo que reconocer que la maestra nos ha acompañado en El Tomatal en actividades culturales y ha traído algunos apoyos para nuestra gente.