Sector 7

Ago 16, 2025

Percepción ciudadana

Por: José I. Delgado Bahena

Hace unos días, caminando por los pasillos del palacio municipal de Iguala, un periodista se me acercó con micrófono en mano para preguntarme mi opinión sobre la administración del actual presidente municipal.


La verdad, casi no me gusta opinar sobre política, he decidido que sea un tema que no abordo en público ni en mi columna; pero, ante la insistencia del periodista, a quien conozco bien por las atenciones que ha tenido conmigo, al dar a conocer mis actividades culturales, le respondí, aunque, claro, sin caer en la trampa de responder lo que él quería oír.


Es que, mire: sinceramente, no me gusta hablar de lo que no me consta, y es el caso de lo que se oye en los medios de comunicación y en las redes sociales acerca del cabildo igualteco, inclusive en pláticas que, entre amigos, en ocasiones tengo, también hablamos de la situación que prevalece, por ejemplo, sobre las multas de tránsito.


Pero, más allá de lo que me platican las personas que conozco, y que les tengo confianza, por lo que les doy credibilidad, pues, no sé qué tanto hay de realidad en lo que se publica, sobre todo, en las redes sociales.


Por eso, en la entrevista con el periodista dije que poco podía opinar, ya que, pues, al menos, en mi pueblo, apenas inauguraron la pavimentación de un tramo de una calle que ha estado en mal estado por muchos años y era justo que se arreglara. Además, supe que el presidente prometió pavimentar otra calle, así como realizar la obra del drenaje, que tanta falta nos hace en el pueblo.


Por lo demás, de lo que se oye decir, de las obras fantasmas y los malos tratos a periodistas y empleados del ayuntamiento, pues no sé. Lo que sí percibo que el gremio de redactores de la prensa están divididos y se “tiran” entre ellos mismos; entonces, me da la impresión de que algunos reciben el mentado “chayote” y quizá por eso hablan bien del presidente; otros, seguramente lo hacen con honestidad, sin esperar algo a cambio, y otros no, de manera que se aplica el dicho de que cada quien habla según le va en la feria.


Ahora que, por supuesto que todos tenemos la esperanza de que los gobernantes trabajen con honradez y sean, de verdad, líderes en todas las ramas que les compete atender en sus cargos. Lo malo es que, al parecer, el buen gobierno se muestra cuando hace muchas obras materiales en las diferentes colonias o comunidades, o en la cabecera municipal, pero se olvidan de impulsar y promover otros tipos de acciones, como el cuidado de la salud, la cultura, la educación y la inseguridad.


Algo que sí he visto en todos los gobiernos, es que entran a tambor batiente con acciones que los hace ver muy propositivos, como que quieren hacerse ver que son muy trabajadores y hacen esto y lo otro ante las cámaras de las redes sociales, pero al final de cuentas llegan a hacer lo mismo que hacen todos: aparentar que atienden las necesidades de la ciudadanía y, si acaso, dar algunos apoyos.


Mire: mi mejor percepción es que quienes llegan a ocupar un cargo público, ya están pensando en el otro; es decir, empiezan a promoverse para lograr la reelección o permanecer en alguna otra dependencia, inclusive se apartan de los partidos que los llevó ocupar la dirección, la regiduría o la secretaría que se les asigna y se vuelven independientes, haciendo a un lado la voluntad del pueblo que les dio la confianza por los colores que representaban. Esto quiere decir y demostrar que solo siguen a sus propios intereses.


Caray, al parecer, ya caí en la trampa y estoy hablando de lo que no me gusta; pero fue motivado por la pregunta que me hicieron. Mi conclusión es la misma: los gobernantes buscarán obtener algún beneficio personal en lo que simulan atender las necesidades de la ciudadanía, aunque solo se trate de baches, semáforos, puentes, calles; es decir, lo material, y se olvidan de lo demás.