Ulises Barrios Romero


Taxco, Gro., Agosto 21.- Con el objetivo de fortalecer y reparar algunos desperfectos de la joya barroca que distingue a la ciudad de Taxco, la Parroquia de Santa Prisca y San Sebastián, el presidente municipal Juan Andrés Vega Carranza se reunió con el director del Instituto Nacional de Antropología e Historia en Guerrero (INAH), Héctor Romeo Torres Calderón. Durante el encuentro se acordaron acciones de restauración para iniciar los trabajos de resanamiento en la torre norte de este majestuoso y emblemático templo.

El alcalde destacó que este acuerdo no solo representa un proyecto técnico, sino un compromiso con el corazón de Taxco.


“La emblemática joya arquitectónica de las y los taxqueños, la Parroquia de Santa Prisca y San Sebastián, es nuestra identidad, el símbolo que nos une y nos representa en el mundo entero”, señaló Vega Carranza.


Agregó que está convencido de que cuidar el patrimonio es también proteger la memoria, el turismo, la historia, la cultura y la espiritualidad de las familias taxqueñas.


“La restauración institucional de Santa Prisca será un legado que quedará para las futuras generaciones”, afirmó.


El edil recordó que el INAH ha realizado diversos esfuerzos de conservación que han acompañado a este recinto religioso frente a los daños ocasionados por fenómenos naturales.


“Santa Prisca es un monumento único a nivel mundial; por ello, nuestro compromiso es preservarlo y conservarlo mediante acciones de restauración que fortalezcan la mayor atracción turística de la comunidad”, expresó.
Asimismo, mencionó que es importante que quienes visiten esta joya arquitectónica conozcan los esfuerzos de restauración y contribuyan a su conservación. Finalmente, agradeció el apoyo del gobierno federal para que este monumento colonial, representativo de Guerrero y en especial de las y los taxqueños, continúe siendo una atracción turística de relevancia nacional e internacional.


La Parroquia de Santa Prisca está considerada una de las joyas del barroco novohispano. Dedicada a Santa Prisca, patrona protectora del pueblo frente a las inclemencias del tiempo, posee dos torres gemelas de estilo churrigueresco y una capilla decorada con azulejos de talavera, con columnas cilíndricas en la parte inferior y salomónicas en la superior.


Se trata de un edificio construido en la década de 1750 —más precisamente entre 1751 y 1758—, edificado para el culto católico en una ciudad cuya principal actividad ha sido la minería de la plata. Hoy, además de su función religiosa, transmite historia, cultura y esperanza.