Por: Vicky Barrios
Iguala, Guerrero, Abril 16.- La imagen de las ánimas encabezó la procesión de este Martes Santo, conocida como la Procesión de las Ánimas. En ella participan hombres y mujeres en distintos tipos de penitencia: los llamados flagelantes, quienes se golpean la espalda hasta hacerla sangrar; los encruzados, que caminan con los brazos extendidos, cargando un manojo de ramas espinosas y, en cada mano, una vela encendida.
También están los llamados agachados, quienes caminan encorvados sin levantarse. De sus tobillos cuelgan manojos de cadenas que golpean sus pies a cada paso, y en las manos llevan un rosario y una flor.
Estos penitentes se preparan con varios días de oración antes de este día. Incluso, antes de salir en procesión, dedican su penitencia a Dios Padre: por la salud propia o de algún familiar, o simplemente como agradecimiento por un milagro recibido.
Después de dar tres vueltas al atrio de San Francisco, llegan a la iglesia. En las otras nueve parroquias, se da una vuelta a la manzana que rodea la iglesia. Al llegar, poco a poco logran enderezarse y realizan una última oración.
Esta procesión, junto con el Vía Crucis, es de las que más llaman la atención de católicos y visitantes, por la fuerza, el dolor y la fe que se perciben.