Israel Salgado Uriostegui
Iguala, Gro. El director de Desarrollo Rural y Agropecuario del municipio, Héctor Salgado Román, informó que, hasta la fecha, se han reubicado 503 cabezas de ganado equino y vacuno.


Señaló que, durante enero, se detuvieron nueve equinos y una vaca, los cuales deambulaban por las calles y la periferia de Iguala. El ganado retenido está siendo liberado por sus propietarios tras el pago de la multa correspondiente.


Salgado Román explicó que las 503 cabezas de ganado reubicadas fueron detenidas en diciembre mientras deambulaban por la ciudad. En ese momento, se trasladaron a los corrales municipales, donde sus propietarios pudieron reclamarlas sin costo alguno.


En cuanto a los 10 animales detenidos en enero, sus dueños ya han comenzado a liberarlos mediante el pago de una multa. El funcionario aclaró que no se busca afectar la economía de los ganaderos, pero subrayó la importancia de generar conciencia sobre la necesidad de proteger a la ciudadanía.


Indicó que cuentan con un registro del fierro quemador y de los propietarios. Cuando se detiene un animal, lo primero que se hace es verificar el fierro, consultar con el presidente de la asociación ganadera y localizar a los responsables del ganado suelto.


El funcionario municipal destacó que, desde que se implementó la detención del ganado que deambula por la ciudad, se ha reducido considerablemente el número de accidentes de tránsito provocados por estos animales.


Finalmente, explicó que las multas se calculan en función de las Unidades de Medida y Actualización (UMAs). Para el ganado vacuno, la sanción es de 15 UMAs; para el equino, 10 UMAs. Además, se cobra un adicional de 80 pesos por el traslado a la ganadera y 100 pesos por manutención.


Si después de 15 días el ganado no es reclamado, se busca un beneficiario que asuma los gastos de liberación y se quede con el animal. En caso de que el dueño aparezca posteriormente, deberá reembolsar al beneficiario los gastos en los que haya incurrido para recuperar su ganado. No obstante, en la mayoría de los casos, los propietarios no reclaman a sus animales.

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