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Estados Unidos. Activistas ambientales se reunieron ayer en las principales ciudades del mundo en el Día de la Tierra para pedir medidas contra el calentamiento global, mientras voluntarios de todo el globo se preparaban para plantar árboles y retirar basura con motivo de la quicuagésima cuarta celebración anual del medio ambiente.


El Día de la Tierra de este año, que se celebró oficialmente ayer, sigue a semanas de temperaturas extremas, con históricos en Tailandia y una ola de calor en la India, donde al menos 13 personas murieron de insolación en una ceremonia el pasado fin de semana.


Las temperaturas promedio mundiales podrían alcanzar máximos históricos en 2023 o 2024, han advertido los científicos. Un informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de Naciones Unidas afirma que el planeta se calentará 1.5 grados centígrados por encima de la época preindustrial, un umbral clave para impactos aún más dañinos que los de 2022.


Tras meses de análisis del clima, la Organización Meteorológica Mundial concluyó antier que el año pasado fue un año desastroso: inundaciones, sequías y olas de calor mortíferas azotaron diversas partes del mundo y produjeron daños por miles de millones de dólares.


En Nueva York, manifestantes ambientales se dieron cita en Times Square para exigir medidas contra el cambio climático y recortes en el uso de plásticos. La ciudad prohibió durante cinco horas la circulación de automóviles en al menos 31 localidades y celebró conciertos.


En Washington, la Alianza por la Justicia Climática marchó pidiendo el fin de la era de los combustibles fósiles, acompañada por una banda de jazz. En Boston y Los Ángeles se organizaron acopio de basura y reforestaciones.


Según la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos, el año pasado hubo 18 fenómenos naturales que dejaron daños por 165 mil millones de dólares y 474 muertos. Entre estos figuraron el huracán Ian y la actual sequía que azota al oeste estadunidense.


En Londres, activistas liderados por el grupo Extinction Rebellion se reunieron para iniciar una acción de cuatro días, anunciada como The Big One, coincidiendo con el Día de la Tierra. Con lemas como “Defendemos el clima, pero la policía nos arresta” miles de personas se manifestaron frente al Parlamento británico para “destacar los fracasos medioambientales” del gobierno.


Unas 30 mil personas se inscribieron en concentraciones y marchas para toda la familia, lo que supone un cambio de estrategia para un grupo conocido por sus tácticas disruptivas, como bloquear carreteras, arrojar pintura y romper escaparates.

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