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Tokio, Japón. El saldo de muertos por el terremoto en el centro de Japón subió el viernes a 92 y el número de personas desaparecidas aumentó a 242, informaron el viernes las autoridades.
En tanto, las esperanzas de encontrar más sobrevivientes se desvanecieron, a más de 72 horas del violento terremoto de magnitud 7.5, que provocó deslizamientos, un incendio y olas de tsunami.
Cientos de personas permanecen incomunicadas en más de una decena de comunidades en la prefectura de Ishikawa.
El gobernador regional, Hiroshi Hase, recordó en una reunión que a partir de las 72 horas después del sismo, «se dice que la tasa de supervivencia de las personas que necesitan ser rescatadas desciende rápidamente».
Muchos celebraron en redes sociales a última hora del jueves el rescate de una anciana de unos 80 años atrapada en la planta baja de su casa.
«¡Increíble! Espero que se recupere», escribió un usuario en X, antes Twitter.
El primer ministro, Fumio Kishida, subrayó que el sismo suponía la «peor catástrofe» desde 2019 y que el acceso a la zona afectada había sido «extremadamente difícil».
«La situación sigue siendo difícil, pero seguiremos haciendo lo que podamos para apoyar a las víctimas», recalcó.
El poderoso temblor, seguido de cientos de réplicas, dejó al menos 330 heridos, según el balance oficial. Las autoridades publicaron el jueves una lista de 179 personas cuyo paradero se desconoce.
La AFP presenció escenas de destrucción en las localidades costeras de Anamizu y Wajima, incluidos coches calcinados en un mercado arrasado por el fuego.
Miles de soldados, bomberos y policías de todo Japón escarbaban entre los escombros de casas de madera colapsadas y edificios comerciales derribados en busca de señales de vida. En su labor les ayudaron perros rastreadores.