Fernando Polanco Ochoa
Chilpancingo, Gro. El partido Morena “no está acompañando el proceso de transformación” que impulsa el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, señaló el presidente del Consejo Estatal de ese partido político en la entidad, Luis Enrique Ríos Saucedo, quien advirtió el riesgo de “irse al basurero de la historia” si su dirigencia nacional no recupera su presencia territorial.
Consideró que ese movimiento vive “un momento inédito” porque desde más de 80 años, desde el expresidente Lázaro Cárdenas del Río, la izquierda progresista no había podido arribar al Poder, pero ahora incurren en una “contradicción”.
“Entonces tenemos que desplazar desde la organización territorial a esta dirigencia (de Mario Delgado Carrillo), de lo contrario, lo que vamos a encontrar es la reedición de todos los vicios que había visto la gente de los partidos políticos si sigue en estas prácticas nefastas de los actuales dirigentes”, fustigó.
En entrevista telefónica con Agencia de Noticias IRZA, Ríos comentó que esas son algunas de las reflexiones que dejó la reciente Convención Nacional de Morena efectuada en la Ciudad de México, a la que acudieron miles de militantes inconformes con la conducción del partido en manos de Mario Delgado.
A esa convención acudieron los genuinos “constructores” de Morena en el país y en Guerrero desde la lucha de resistencia pacífica frente al régimen durante los últimos 20 años, quienes “queremos reencauzar el proyecto”.
Aclaró: “no se pretende un movimiento golpista, ni irrumpir en las oficinas nacionales y estatales y echar fuera a quienes son dirigentes ilegítimos, no. Es recuperar el espíritu territorial de Morena. Vamos a recuperar Morena desde sus bases”.
El presidente del CE de Morena informó que la Convención Nacional dejó 20 acuerdos centrales, entre ellos, el “repudio” a la dirigencia nacional integrada por Mario Delgado Carrillo, Citlali Hernández Mora y Bertha Elena Luján Aranga; la construcción de una instancia de transparencia para exigir claridad al manejo financiero del instituto político y recuperar las instancias administrativas para una verdadera estrategia de formación política.
Al respecto consideró que el arribo de militantes de otros partidos políticos, sin referirse a las bases del PRD, aclaró, que “fueron corruptos y que estuvieron vinculados a hechos ominosos”, como el propio Mario Delgado que, antes del surgimiento de Morena, se le vio “apoyando las reformas de (el expresidente Enrique) Peña Nieto. Mucha gente que estuvo con (Felipe) Calderón y (Vicente) Fox y que hoy con la mano en la cintura llegan y quieren desplazar a los constructores de Morena”.