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Ciudad de México. Acompañada del presidente Andrés Manuel López Obrador y del aún mandatario local Alfredo del Mazo Maza, este jueves Delfina Gómez Álvarez rindió protesta como la primera gobernadora del Estado de México, además de convertirse en la primera política desde 1929 en ocupar este cargo sin estar afiliada al PRI.
Consciente de lo que significa que una mujer llegue a la gubernatura de esta entidad, la más poblada del país, la maestra –como le dicen por su profesión– aseguró que estará a la altura del encargo y dejó entrever los primeros pasos que dará su gobierno una vez que asuma el cargo el próximo sábado 16 de septiembre.
“Estoy consciente de la alta responsabilidad que me confiere este encargo, como la primera mujer gobernadora del Estado de México sabré estar a la altura del reto y de la confianza que en mi persona han depositado los mexiquenses y las mexiquenses”, dijo desde el Congreso mexiquense.
“El pueblo ha hablado fuerte y claro y se ha manifestado a favor de un cambio profundo humanitario y democrático que pone fin a un régimen de unos cuantos para dar inicio a un gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo. Por ello afirmo con plena responsabilidad y absoluta conciencia histórica de la trascendencia de este momento en el que por primera vez una mujer gobernará el Estado de México, es decir, la transformación ya inició”, agregó.
Gómez Álvarez apuntó que su administración dará continuidad al plan de gobierno delineado desde el gobierno federal a cargo del presidente López Obrador, pero especificó que ésta se sostendrá en cuatro pilares que se dividen en la transparencia en la lucha contra la corrupción, la inclusión de los “historicamente ignorados”, la consolidación de la participación y el desarrollo del talento de los mexiquenses, y la promoción de la paz.
En materia de corrupción, la gobernadora electa aseguró que su gobierno tendrá cero tolerancia y que cualquier funcionario de su administración que no cumpla con su encomienda y caiga en estos actos será removido de su puesto y “castigado con todo el peso de la ley”.