Por: Rafael Domínguez Rueda


-Más vale malo por conocer que bueno por saber mentir y robar.


Por lo escuchado por televisión, leído en los periódicos y los cuestionamientos que me han hecho algunos lectores, me parece que ha habido más debate después del debate que durante el debate que, en realidad, no fue un debate.


Debatir es discutir, es decir, examinar y ventilar atenta y particularmente una materia. Lo que no sucedió. Ahora, el verdadero triunfador en un debate es el o la que tiene la suficiente madurez para reconocer al que le asiste la razón.


Ví el encuentro de los cuatro contendientes presidenciales y si ustedes no vieron al cuarto, el martes siguiente al debate reclamó que no lo hayan exaltado; y lo ví, porque tenía interés en conocer la verdadera personalidad de las dos candidatas.


Pero resulta que durante toda la semana el enfrentamiento entre los partidarios de las dos candidatas se ha enconado y va para largo.


Desde luego, Claudia Sheinbaum fue la que la mayoría vio ganar; mientras otro grupo un poco menor creen que la ganadora fue Xóchitl.


Al respecto, María Amparo Casar expresó: “Decepcionante. Una vez más el formato del debate fue errado. A los moderadores no les permitieron meter en cintura a las candidatas y forzarlas a contestarlo que los ciudadanos querían saber.”


Por su parte Federico Reyes Heroles, opinó: “La rigidez de Sheinbaum y su incapacidad de salir de su realidad, la CDMX, la vuelven provinciana. No aclaró cifras.” “Gálvez mucho más eficiente en la administración de su tiempo. Más calculadora.”


En tanto, Leo Zuckerman comentó: “Xóchitl comenzó nerviosa. Trastrabilló en su primera intervención. Pero luego corrigió y se dedicó rápidamente a atacar a Claudia pintándola como “una mujer fría y sin corazón.” “La dama de hielo” la bautizó. También se posicionó como la candidata del futuro con reiterados mensajes de uso de tecnología de punta para resolver problemas. Eso apela al aspiracionismo de las clases medias”. “Claudia, como siempre, disciplinada. Se dedicó a presumir lo que hizo como Jefa de Gobierno de la capital y a defender la continuidad. Presumió premios internacionales que recibió durante su gestión. Todo el tiempo se refirió a Xóchitl como la “candidata del PRIAN”, porque sabe que es lo que más le duele a la opositora”.


El encuentro no decidió la elección para ninguna de las dos candidatas. Ciertamente Xóchitl el domingo siete sufrió un desliz, un desacierto al no apabullar a su rival. La exhibición de sus limitaciones, los errores y los visibles trastrabilleos contrastan con la compostura de la política Sheinbaum quien mostró más aplomo.


Aún así no veo motivo o razón de que quienes antes del desconcertado debate pensaban dar su voto a Xóchitl cambien de opinión. Además, creo que es la opción, con un mandato claro de sacudir al sistema de partidos como uno de los principales problemas del país y si hemos de ser francos, en un acto legitimador de un nuevo gobierno que sería completamente respaldado por la ciudadanía, sería restar poder a los partidos que han prostituido a la democracia mexicana y abrir más canales de participación ciudadana auténticamente democráticos, tiene esa oportunidad de oro, no sólo de cambiar el régimen como pretendía Colosio, sino de irse a la raíz al sacudir al sistema de partidos y con ello desterrar a la mafia política, comparsa y socia del crimen, responsable de gran parte de la violencia que flagela a nuestro país.


Las razones para rechazar a Claudia van más allá de personas y promesas. Se juega en esta elección el futuro democrático de México y así como mintió y se negó a responder en el debate, pienso también que la candidata de la 4T, como su preceptor, es un peligro para México, una amenaza contra las instituciones en que se finca el ejercicio de la democracia, la libertad y la justicia en México.


Hasta cuando los mexicanos nos daremos cuenta de que los malos gobiernos sólo nos dan “atole con el dedo”, porque yo sí tengo otros datos que en suma dan como resultado: la división entre mexicanos (divide y vencerás), la prostitución de la política y la pérdida del Estado de Derecho, no sólo porque co-gobiernan los grupos delincuenciales, sino también por haberse burlado de la Constitución al no respetar las resoluciones de la Suprema Corte y de los jueces; un ejemplo claro es la orden dictada por un juez, que ordenó parar la obra del “Tren Falla”, pero que por la arrogancia y la impunidad no acataron y no sólo en ese caso, también en las muertes por Covid, de los enfermos que fallecieron por falta de medicamentos y de los niños con cáncer… lo que debe considerarse como genocidio.


Queda muy claro que de continuar la 4T vamos al fracaso, empezando porque la “corcholata” dice que va a seguir con el segundo piso y no es posible construir sobre una estructura colapsada, y la obstrucción de la justicia –al pretender apoderarse de la SCJN- nos va a llevar al caos— Creo que es inaceptable que los mexicanos sigamos de rodillas, pues estamos aceptando que nos entreguen un país mega endeudado, bañado en sangre y empobrecido, con una refinería que no refina, un aeropuerto que no responde a las expectativas, una mega farmacia que no funciona, una línea aérea sin pasajeros y la lista de millonarias omisiones tiene más cuentas que un rosario.


En estos días, los senadores de Morena, PT y PVEM están tratando de dejar indefensos a todos los ciudadanos contra las arbitrariedades de las autoridades. Pretenden desaparecer el derecho de amparo. Es como quedar a la suerte de todo y nada, con tal de empezar por robar el dinero de los trabajadores (Afores). Debería preocuparnos este asunto. No es posible tanta estupidez. Hasta donde ha llegado la perversidad de nuestro Mesías tropical.


En fin, yo siempre he sostenido y he votado por las personas no por los partidos y en la elección del 2 de junio Claudia es una amenaza para México.


Siempre que me preguntan por qué mucha gente apoya algo o a alguien que lo perjudica. La respuesta es simple. La pésima educación en México ha creado 4 tipos de personas: los buenos, que actúan en beneficio de ellos y los demás; los incautos, cuyas acciones sólo benefician a los demás; los malos, que obtienen ganancias a costa de perjudicar a los demás; y los estúpidos, que ofuscados por las falsas promesas se perjudican en la medida en que arruinan a los otros.


En el debate Xóchitl dijo que es “una mujer que siempre te va a decir la verdad”, en ese entendido hay que tomarle la palabra y darle nuestro voto de confianza este 2 de junio.

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