Por: Rafael Domínguez Rueda.


-Primer debate 2024


En el primer encuentro de los tres presidenciables ocurrido el pasado domingo 7, tanto el INE como los aspirantes salieron con su domingo siete, pues se evidenció por parte del INE mala organización, falló el costoso cronómetro y resultó un formato acartonado que convirtió al debate en simples señalamientos de corrupción e impunidad y propuestas sin sustento. Así, mientras Claudia Sheinbaum fue blanco de la mayoría de los ataques que evadió o no respondió; Xóchitl Gálvez se apegó de manera fiel al guión. Y si, desde un primer momento trató de ser agresiva, no fue contundente y desaprovechó una oportunidad de oro. Jorge Álvarez Máynez, como buen colado enfiló sus cuestionamientos contra la candidata del PAN-PRI-PRD y sus líderes.


Ante la pregunta de ¿quién ganó el debate? Una encuestadora dijo: “La ganadora del debate estuvo en función del gran perdedor de éste: el Instituto Federal Electoral (INE). El estúpido formato favoreció a la candidata que va arriba en las encuestas, Claudia Sheinbaum en detri mento de Xóchitl Gálvez.


En tanto la empresa Massive Caller publicó una encuesta que reflejó el sentir de un amplio sector de la población que sí vio el debate. Los resultados fueron, ante la pregunta de “¿quién ganó el debate?” Xóchitl Gálvez con 54.4%; Claudia 43.2%; y Álvarez 2.4 por ciento.
En este primer debate de los aspirantes presidenciables, Xóchitl Gálvez necesitaba una participación contundente para cambiar la percepción que las encuestas han construido de que Claudia avanza sin obstáculos hacia el triunfo en la elección del 2 de junio.
No lo pudo lograr, a pesar de que, como decía el Perro Bermúdez: “La tenía, era suya y la dejó ir”.
Ciertamente Xóchitl hizo un repaso moderadamente bueno, de casi todos los puntos débiles de su rival –el colegio Rébsamen, el manejo de la pandemia, la Línea 12 del Metro…-, pero estuvo muy lejos de causar daño.


De hecho, desperdició una oportunidad inmejorable cuando Sheinbaum bajó la guardia al reconocer que el Instituto de Salud para el Bienestar provocó que 50 millones de mexicanos quedaron sin cobertura de servicios médicos y tuviera que ser remplazado por el IMSS-BIENESTAR.
Está claro que, después de la seguridad, otro de los mayores fracasos de la 4D ha sido la salud pública, pero Gálvez no tuvo la capacidad de presentar una mejor alternativa. Vaya ni siquiera mencionó la promesa de AMLO de que tendríamos un sistema de salud mejor que el de Dinamarca.


Xóchitl llegó a las instalaciones del INE en bicicleta. Quiere aparecer como ciudadana popular, y eso no está bien. Debe ya asumir un papel más formal. Entró al encuentro desconcentrada. Fue una mala decisión vestirse de blanco. Las normas sugieren para estos casos un atuendo de color serio, como iban los otros dos. En su participación cometió dos errores imperdonables: mostrar el escudo de la Bandera al revés y, al final leer.


Por otro lado, Claudia fue fría, poco empática, nada carismática y siguió su libreto al pie de la letra. Sobre los temas de transparencia y corrupción no contestó absolutamente nada, esquivando los cuestionamientos de Xóchitl con eficacia. Ni los señalamientos sobre la Línea 12 del Metro ni de la escuela Rébsamen la perturbaron. Simplemente evadía, repitiendo el estribillo de la “era neoliberal” o el “PRIAN”. Fue eficaz en el peor sentido de la palabra: sin escrúpulos mintió consistentemente sobre datos y logros de su gobierno en la ciudad de México y del gobierno federal y escapó indemne de sus fechorías.
Márquez representó eficazmente su papel de esquirol. Cuando no hay nada que perder, se puede dar el lujo de atacar. Y desde luego trató de hacer daño a Xóchitl, lo cual comprueba el papel que tiene el partido Movimiento Ciudadano de dividir a la oposición en beneficio de Morena. Su sonrisa falsa resultó nefasta. Patético ver como se reía cuando atacaba.


Los candidatos prometieron mucho. Y no justificaron de dónde saldrá el dinero para financiar esos proyectos, pues prácticamente ya está comprometido el presupuesto 2025.
En conclusión: las campañas seguirán. No hay nada para nadie. No creo que vayan a cambiar el formato que favorece a la candidata oficial. Por lo que no habrá interés de ver los otros dos debates, pues es tiempo perdido. Así que espero nos veamos el 2 de junio en las urnas.

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