-Carta a Mariana
Por: Rafael Domínguez Rueda
Como tú bien sabes, querida Mariana, el sábado 15 de abril de este año, en Morelia, Mich., tuvo lugar la final del Concurso Miss México 2023, cuyo resultado fue el siguiente:
• Miss San Luis Potosí, Alejandra Díaz de León, Miss México
• Primera finalista, Miss Colima, Sofía Zamora
• Segunda finalista, Miss Sinaloa, Karla Rivas
• Tercera finalista, Miss Yucatán, Emma Puerto
• Cuarta finalista, Miss Nayarit, Mónica Carrillo.
Tu nombre bien pudo figurar en esta lista, pues tú eres una chica con aura, es decir, una mujer nacida para triunfar.
Sorprendiste a toda la familia cuando nos anunciaste que te habías inscrito para participar en el Concurso para la elección de Reina de la Bandera 2020.
Gracias a que eres una joven determinada, osada, con metas claras y un proyecto genuino, lograste coronar tus ilusiones al conseguir la corona de Reina de la Bandera 2020.
Por tu forma de ser, de comportarte y de trabajar en tu proyecto durante tu reinado, te nombraron embajadora de la cultura y debido a la pandemia del Covid-19, te convertiste en Miss Iguala 2021. Título que te permitió representar al municipio de Iguala para contender en el certamen estatal de Miss Guerrero.
El certamen de belleza Señorita Guerrero 2021, debido a la pandemia, se llevó a cabo a puerta cerrada en un hotel de Tepecoacuilco, sin eventos públicos, del 17 al 19 de septiembre de 2021.
Te enfrentaste a un nuevo desafío, un reto y, sobre todo, un compromiso personal y también con los organizadores y así, aquel domingo 19 de septiembre de 2021, en un evento semipresencial, de entre siete participantes, el jurado vió en ti todas las cualidades de una mujer guerrerense: fuerte, agraciada, inteligente, con valores y, sobre todo, muy desenvuelta, por lo que te proclamó la mujer más bella del estado de Guerrero y por lo tanto representante de esta entidad federativa en el concurso de Miss México 2022.
Debido a la pandemia, el certamen nacional se prolongó hasta 2023. Durante más de un año, como Miss Guerreo, tuviste presentaciones, participaciones, exhibiciones y desplegase tu labor social en el Estado. Todo esto te ocasionó gastos, erogaciones, traslados, salones de belleza, vestuario y sostenimiento del proyecto social. Erogaciones que sólo tú tenías que ver de dónde obtenerlas.
Yo pienso que los actuales concursos de belleza son necesarios y sirven para exaltar no sólo las cualidades físicas de la mujer, sino también su talento, sus virtudes e inteligencia, su deseo de destacar por sus propios méritos, en un mundo todavía dominado para su desgracia por los hombres.
Y tan es así, para desgracia de los hombres y del mundo, que los gobiernos no apoyan a estas jovencitas. No les interesa que pongan en alto el nombre de su pueblo ni el de su Estado. De ahí que tu madre, una modesta educadora, ya no te pudo seguir apoyando, por lo que te viste obligada a declinar en tus aspiraciones.
El Gobierno del estado de Guerrero quiso nombrar a tu sustituta, pero los organizadores nacionales del certamen de belleza no lo permitieron –y con mucha razón-, pues si a ti no te apoyaron por discriminación o exclusión social, la organización nacional salvaguardó tu dignidad.
Mariana, tus familiares, compañeros, amigos y fans hubiéramos querido verte como finalista. No fue posible, pero para todos nosotros, tú merecías ese rango, pero… óyelo bien, tú no necesitaste ganar Miss México, sólo necesitas estar aquí, porque hasta el momento, donde te paras eres aclamada.
Además, viéndolo bien, Mariana, tú desciendes de una familia de triunfadores. Mira: tu tía Tere, al recibirse de profesionista obtuvo medalla de oro por ser la mejor estudiante de su Generación. Tú tía Elena es un claro ejemplo de estoicismo, pues cada día, con su cruz a cuestas, va irradiando esperanza y alegría. La de tu primo Rafa está considerada como la más solicitada oratoria en eventos sociales. Sólo por citar tres ejemplos.
Tú, no vas a la zaga y pronto serás una excelente profesionista. ¡Adelante Mariana! Que sea esta tu divisa.
Así pues, gocemos este motivo de alegría que se nos brinda, en medio de tantas ingratitudes y calamidades. Te felicitamos y aplaudimos –con ambas manos, para mayor efecto-. Mariana, por ese legítimo doble triunfo que, con tu belleza, tu talento y tu simpatía le diste a Iguala.