-Iguala en los 50s, 60s y 70`s.

Por: Rafael Domínguez Rueda

El viernes de la semana pasada, la Asociación de Historiadores y Cronistas de Iguala, A.C., la primera de las organizaciones fraternales de Iguala por su antigüedad, por el espíritu de servicio al Estado, por su entusiasmo, por la formalidad y prestigio de sus socios, llevó a cabo en el Museo de la Bandera un Simposio con el tema “Iguala en los años 50s, 60s y 70`s”.

El evento estuvo concurridísimo. El concurso era tal que no bastaron las ochenta sillas que se habían dispuesto en el escenario del auditorio “Vicente Guerrero”, por lo que algunos asistentes más se acomodaron en el patio. Si no es por esta pequeña incomodidad, el acto todo dejó satisfechos a los concurrentes.

El público que sigue a los historiadores, generalmente se compone de personas inteligentes, representativas y ávidas de conocimientos. Merced al profesionalismo que la Sociedad le imprime a sus trabajos de investigación el progreso es más palpable y el porvenir de los anales de Iguala, es un porvenir glorioso y justifica su lema: “Por el rescate y difusión de nuestra historia”.

Poco después de las 6 de la tarde comenzó la reunión. Inmediatamente el profesor Oscar Viveros García, en su calidad de director del Museo de la Bandera dio la bienvenida a los asistentes.

En seguida, el prestigiado médico de profesión y doctor en Historia Mario Castrejón Mota moderó airoso, casi solemne, con gesto de parsimonia, la asamblea.

Luego, el que esto narra, le correspondió abrir la sesión. Empezó describiendo la vida tranquila, apacible y serena de la Iguala antigua, así como de los acontecimientos más destacados de los “Maravillosos años 50`s”.

Continuó el egregio profesor, prolífico escritor y reconocido doctor en Historia, Florencio Benítez González, quien de una manera deleitable refirió minuciosamente los acontecimientos ocurridos en la década de los 60`s.

Después abordó la tribuna el licenciado Salvador Román Román, brillante doctor en Historia, laureado escritor y erudito maestro, el que con soltura, amenidad y vivencias salpicadas de buen humor describió hechos, acontecimientos y experiencias que ocurrieron en la década de los 70`s.

Ahora debo aclarar un dato que di a conocer en mi disertación y que –no cambia la historia-, sino más bien rescata el Origen de los Festejos a la Bandera, pues éstos no se iniciaron en 1953, como se dice, sino en 1954.

En la revista Reevolución No. 9, correspondiente a Febrero-Marzo de 2003, cuatro igualtecos escriben de las Ferias de Iguala. Veamos que dicen.

Florencio Benítez consigna: “… en 1953 se organizó lo que vino a ser propiamente la primera Feria de la Bandera”.

Julio César López, escribe: “si la fecha de inicio (1953) es exacta y no se ha dado ninguna interrupción, este año se celebra la edición 50…”.

Edelmiro Castro, relata: “En el amplio terreno baldío (hoy ocupado por el CREN) es donde se estableció la recién instaurada Feria de la Bandera, corrían los años 53 o 54 del siglo pasado”.

Finalmente Luis F. Cariño asegura que la primera edición de la Feria fue en 1953”.

A Florencio le proporcionó el dato Rodolfo “Chino” Soto. Julio César lo refiere dubitativamente. Y Edelmiro dice, a medias, la verdad.

Voy a los hechos: el 19 de diciembre de 1951 se creó la Comisión del Río Balsas. En 1953, la Comisión organizó una Exposición Agrícola, a la que concurrieron muchos municipios del Estado y fue, como dice Edelmiro, en los terrenos que hoy ocupa el CREN.

Fue en febrero de 1954 cuando se realizó la primera Feria de la Bandera. Y es en este año cuando resultó electa Reina de la “instaurada Feria de la Bandera” Guadalupe Castañón Goñi.

PRUEBAS. En 1953, Lupita Goñi, tenía 14 años. Enrique Pastrana conserva una foto que su mamá –candidata en esa primera Feria- dedicó a su mamá y fechó precisamente en 1954. Hugo Hernández tuvo el acierto de reunir a todas las ex-reinas sobrevivientes y su lista registra: Guadalupe Román 1955, Conchita Majul 1956, Hebe Moreno 1957… los que han escrito sobre este tema, todos aseguran –y con verdad- que la segunda reina fue Guadalupe Román.

Todo este embrollo lo ocasionó el periodista Conrado “Colo” Arriaga Ortiz, en un reportaje que se publicó en un rotativo de Acapulco. Pero de esto hablaré en otra ocasión.

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