A votar
Por_: Marcial Rodríguez S.*
El derecho a votar ha sido una de las conquistas más relevantes para el pueblo. Ha sido resultado de grandes luchas emanadas de procesos de transformación como el de las revoluciones inglesas del siglo XVII, que propiciaron la creación y elección del parlamento en Inglaterra; la de los estadounidenses para lograr su independencia, en cuya Convención de Filadelfia en 1787 aprobaron una Constitución en donde reconocieron el derecho para el pueblo de elegir a sus representantes -diputados-, senadores por las legislaturas de los Estados y el presidente de la República -mediante el voto indirecto-.
Casi de manera inmediata -en 1789- ocurrió la revolución francesa, que produjo la abolición de monarquía y de manera progresiva el derecho del pueblo a elegir a sus representantes en los distintos órdenes de gobierno.
Las luchas por la independencia en América Latina a principios del siglo XIX y luego todos los movimientos de emancipación en todos los continentes, que se prolongaron hasta el siglo XX, también incorporaron como resultado el derecho a sufragar.
Uno de los múltiples ejemplos que podemos señalar para destacar el valor del derecho a votar, es el proceso que vivió el pueblo chileno, quien padeció durante varios años -1973-1988- una feroz dictadura militar, y gracias al derecho a votar, en un plebiscito logró derrocar a esa dictadura.
El proceso de la conquista del voto universal, directo y secreto no ha sido fácil, en razón de que ha pasado por distintas etapas, ya que al inicio sólo quienes tenían dinero -un determinado caudal de rentas o ingresos- podían votar, y posteriormente vinieron los movimientos para que la mujer tuviese derecho a votar, hasta el siglo XX.
En el caso de nuestro país, aunque la revolución mexicana consagró en la Constitución de 1917 el derecho al voto universal, directo y secreto, el régimen posrevolucionario y el neoliberal en la realidad cancelaron este derecho, toda vez que las elecciones eran procesos de simulación y de fraudes electorales. Fue a través del voto, que en el 2018, el pueblo logró poner fin a los gobiernos neoliberales y así comenzar el proceso de democratización del país.
La elección de las y los ministros de la SCJN, en estas etapas posrevolucionaria y neoliberal, ha sido decisión de una persona -el presidente de la República en turno-. No han sido los méritos profesionales ni éticos los que han determinado quien ha sido o no ministro de la SCJN, sino las componendas políticas y los intereses de poder los que han incidido en la integración del más alto tribunal del país. Eso si ha sido una simulación democrática.
En todos los sistemas políticos constitucionales del mundo, la integración de su más alto tribunal de justicia, tiene un alto grado de designación por motivaciones políticas, pero entre menos personas intervengan en la designación es más autoritario y entre más personas participen en la elección es más democrático.
Quienes se oponen a la elección de los integrantes de Poder Judicial de la Federación y a los de los Estados, omiten deliberadamente cuestionar el sistema de designación autoritario a cargo de una persona y le niegan el carácter democrático al sistema de elección popular.
Por ser la primera vez que se utilizará en nuestro país el modo de elección popular de juzgadoras/es federales, se tiene que ver como un proceso de adaptación progresiva, de tal mamera que las y los electores se vayan habituando a este modelo, en el cual se acostumbren a votar en listas numerosas y a saber elegir, es por ello que no se puede anticipar cual será el porcentaje de participación electoral.
Considerando que el derecho a votar es una de las conquistas más significativas del pueblo, es un deber cívico acudir el próximo domingo primero de junio a las urnas para elegir a las y los integrantes del Poder Judicial Federal.
Independientemente del grado de asistencia a las urnas en esta elección, lo cierto es que las y los juzgadores que resulten electos tendrán un rango mayor de legitimidad que los actuales, y este sistema formará parte del proceso de la Cuarta Transformación, en cuanto se refiere a la impartición de justicia y fortalecerá la vida democrática de México.
*Maestro emérito de la Universidad Autónoma de Guerrero
Facebook, Instagram y TikTok: Marcial Rodríguez Saldaña
X @MarcialRodSal