Vicky Barrios


Iguala, Guerrero, Nov. 28.- La capilla funeraria donde fue velado el cuerpo de Antonio Salvador Jaimes Herrera, dos veces presidente municipal de Iguala, lució llena de flores y coronas enviadas por familiares, amigos y excolaboradores que acudieron a despedirlo.


En la Cruz Roja Delegación Iguala se realizó un homenaje póstumo, con guardia de honor integrada por socorristas, voluntariado, paramédicos, damas voluntarias, el consejo consultivo y demás personal de esta benemérita institución.


Zacarías Rodríguez Cabrera, presidente de la Cruz Roja Delegación Iguala, acompañado por los integrantes del Consejo Directivo —Jorge Albarrán Jaramillo, Silviano Mendiola Pérez y Javier Ortiz Ibarra, entre otros— entregó a la viuda del Dr. Jaimes, Teresa Membrila Álvarez, y a sus hijos Salvador Antonio, Aseret y Alondra, un retrato del homenajeado durante su participación como explorador en el Pozo Meléndez, donde fue pionero en estas expediciones.

El Dr. Jaimes también fue delegado en Iguala y en el estado, exdelegado regional de la Federación de la Cruz Roja en tres países, expresidente del Consejo Directivo y ocupó numerosos cargos que lo llevaron a representar a la Cruz Roja a nivel internacional.


Tras el homenaje y la reseña sobre su labor altruista y su amor por la institución —36 años de servicio y 16 como benefactor— se ofreció un minuto de aplausos. Durante el pase de lista, los asistentes respondieron al unísono: “¡Presente!”.


A las 4:00 de la tarde se ofició una misa de cuerpo presente en la Parroquia de San Francisco de Asís, donde el sacerdote pidió al Creador perdonar las faltas que, como todo ser humano, pudo haber tenido, y llamó a su familia a mantenerse unida en el amor que él les profesó.


A las 4:33 pm, cuando el presbítero invitaba a darse la mano en señal de paz, se escuchó un estruendo y se sintió un ligero sismo con epicentro en Iguala. Nadie se movió de su lugar y la homilía continuó con normalidad.

Al término de la misa, luego de que el párroco bendijo el ataúd con los restos del Dr. Antonio Salvador Jaimes Herrera, los asistentes ofrecieron sus condolencias a la familia. El cuerpo fue trasladado nuevamente a la funeraria para su cremación, y la viuda e hijos decidieron no depositar las cenizas en el panteón.


Descanse en paz, Dr. Jaimes.