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Moscú, Rusia. El dictador ruso, Vladímir Putin, admitió este viernes durante una reunión con gobernantes de países euroasiáticos que no puede ganar por su cuenta la guerra que comenzó en Ucrania y que «al final, habrá que negociar».


Pero, inmediatamente, insistió en que todos los participantes en las negociaciones tendrán que estar de acuerdo con «la realidad sobre el terreno».


«De una forma u otra, todos los participantes en este proceso tendrán que estar de acuerdo», manifestó Putin, quien ha afirmado en varias ocasiones que esto significa que Ucrania tendrá que aceptar tanto la pérdida de Crimea, como la de las regiones de Jersón, Zaporiyia, Donetsk y Lugansk, anexionadas por Moscú.


Kiev ha manifestado en reiteradas ocasiones su rechazo a esas demandas y ha condicionado el inicio de cualquier negociación a la salida de tropas rusas del país.


Mientras, Putin insistió en que la invasión rusa de Ucrania, iniciada en febrero pasado, sigue su curso y marcha sin contratiempos, contrariamente a la realidad en el terreno, cosa que redujo a retórica de los países occidentales.


Aseguró asimismo que Moscú es consciente de que el arreglo del conflicto será «difícil» y requerirá «cierto tiempo».


VOLVER A EMPEZAR TRAS CADA ATAQUE
Mientras, Ucrania trabaja contrarreloj para restaurar las infraestructuras dañadas por Rusia en medio de cambiantes condiciones climáticas con temperaturas bajo y sobre cero.

«Debido a los daños ocasionados por los ataques con misiles a las centrales eléctricas y la red de alta tensión, el sistema presenta un importante déficit de energía eléctrica», informó este viernes Ukrenergo, operador de la red de distribución eléctrica de Ucrania.

La compañía señaló que «ya esta mañana se superaron los límites de consumo de energía en varias regiones», donde se realizaron apagones de emergencia.

Los operarios ucranianos tienen la tarea de restaurar cuanto antes las infraestructuras tras cada ataque, pero en algunos casos la misión se alarga durante semanas.

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