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Ciudad de México, Octubre 21.- El estrés académico, la ansiedad, la depresión y otros trastornos emocionales afectan cada vez a más estudiantes y, muchas veces, impiden que concluyan sus estudios.
Consciente de esta realidad, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) lanzó una estrategia integral diseñada para ofrecer atención psicológica temprana, con el objetivo de cuidar el bienestar emocional de su comunidad.
¿En qué consiste el nuevo Programa Universitario de Cuidado y Apoyo para la Salud Mental?
El Programa Universitario de Cuidado y Apoyo para la Salud Mental (PUCASM) es una iniciativa pionera impulsada por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), creada para enfrentar de forma integral los crecientes retos relacionados con la salud mental dentro de la comunidad universitaria.
Su objetivo principal es atender de manera prioritaria las necesidades psicológicas y emocionales de estudiantes, docentes y personal administrativo, y ofrecerles un espacio seguro, gratuito y accesible para recibir ayuda profesional.
La creación de este programa responde a un contexto global cada vez más complejo. En la última década, el aumento de casos de ansiedad, depresión, insomnio, abuso de sustancias, autolesiones y crisis emocionales ha sido significativo, especialmente entre adolescentes y jóvenes adultos.
De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), una de cada siete personas de entre 10 y 19 años padece un trastorno mental, y más del 50 % de estos casos comienza antes de los 14 años.
Esta tendencia, agravada por factores sociales, económicos, tecnológicos y educativos, tiene un impacto directo en el rendimiento académico, la permanencia escolar y el bienestar general.
Frente a esta realidad, el PUCASM busca detectar, acompañar y atender de manera temprana a quienes lo necesiten, ofreciendo un modelo que va más allá de la atención clínica tradicional.
Su propuesta es construir un ecosistema integral de apoyo, que promueva el autocuidado, la salud emocional y la prevención como pilares fundamentales del desarrollo académico y humano.
Entre sus principales servicios se incluyen:
Detección temprana a través de tamizajes psicológicos y evaluaciones de bienestar emocional.
Atención primaria con orientación psicológica, consejería profesional y psicoterapia breve.
Canales de comunicación accesibles, disponibles por internet, teléfono o espacios presenciales.
Derivación a servicios especializados, tanto dentro de la universidad como en instituciones externas como el IMSS o el ISSSTE.
Imagen intermedia
El programa será coordinado por la Secretaría de Servicios a la Comunidad Universitaria y estará bajo la dirección de la reconocida psicóloga María Elena Medina-Mora Icaza, exdirectora del Instituto Nacional de Psiquiatría y actual integrante del Colegio Nacional.
Una de sus características más innovadoras es la implementación de un modelo de atención escalonado, que permitirá ofrecer desde primeros auxilios emocionales hasta intervenciones clínicas especializadas, dependiendo de la complejidad del caso.
El proceso se desarrollará en cuatro etapas principales:
Orientación inicial y contención emocional: primera línea de atención, disponible en línea, por teléfono o presencialmente, para escuchar y guiar a la persona en situación de crisis.
Tamizaje psicológico y Examen Médico Activo (EMA): instrumentos de detección temprana que permiten identificar síntomas de ansiedad, depresión o ideación suicida.
Intervención inmediata: en casos urgentes, se brindará atención psicológica de emergencia para reducir el riesgo de crisis graves.
Derivación especializada: si el caso requiere tratamiento continuo, se canalizará al sistema de salud público o a clínicas universitarias con atención psiquiátrica o psicológica prolongada.
Además, el programa implementará una Encuesta de Necesidades Psicológicas, con el fin de conocer el estado emocional de la comunidad universitaria y diseñar estrategias preventivas adaptadas a las nuevas problemáticas.
De acuerdo con el Center for Collegiate Mental Health de la Universidad Estatal de Pensilvania, más del 70 % de las universidades que aplican programas similares reportaron una disminución del 25 % en las crisis agudas gracias a la detección temprana y a las intervenciones inmediatas.
Indicadores que importan: cobertura, derivaciones clínicas y seguimiento
Uno de los principales objetivos del PUCASM es establecer indicadores medibles de impacto, algo que muchas iniciativas universitarias no logran implementar.
Estos indicadores permitirán evaluar la efectividad del programa, identificar áreas de mejora y garantizar que los recursos lleguen a quienes más los necesitan.
Según cifras preliminares de la UNAM, se espera que en su primera etapa el programa atienda a más de 200 mil estudiantes en todos los niveles educativos. Entre los principales indicadores destacan:
Número de personas evaluadas anualmente mediante tamizaje psicológico.
Porcentaje de casos detectados con riesgo moderado o alto.
Tiempo promedio de respuesta desde la solicitud de ayuda hasta la atención inicial.
Cantidad de derivaciones clínicas exitosas a servicios externos o especializados.
Tasa de abandono escolar asociada a problemas de salud mental.
Según la OMS, más del 75 % de las personas con trastornos mentales en países de ingresos medios o bajos no reciben tratamiento.
Por ello, programas universitarios como el PUCASM pueden ser fundamentales para reducir esta brecha, ofreciendo atención accesible y oportuna.
Cómo acceder: requisitos, confidencialidad y directorios de ayuda inmediata
El acceso al PUCASM será completamente gratuito y estará disponible para toda la comunidad universitaria. El proceso está diseñado para ser seguro, rápido y confidencial, garantizando que la información personal y clínica de cada persona se maneje con los más altos estándares éticos y de protección de datos.
Las principales vías de acceso incluyen:
Plataformas digitales de atención psicológica y bienestar emocional.
Líneas telefónicas disponibles las 24 horas del día, los 7 días de la semana.
Centros de atención presencial distribuidos en facultades, escuelas y planteles.
Campañas permanentes de información y sensibilización en redes sociales, salones de clase y espacios universitarios.
Además, la UNAM pondrá a disposición de la comunidad directorios actualizados de servicios de emergencia, incluyendo líneas de prevención del suicidio, hospitales psiquiátricos y organizaciones civiles aliadas.
Esto permitirá que cualquier persona en situación de crisis tenga acceso inmediato a la ayuda que necesita.
El Programa Universitario de Cuidado y Apoyo para la Salud Mental representa un cambio de paradigma en la forma en que las instituciones educativas abordan el bienestar emocional de su comunidad.
Su enfoque integral, basado en la prevención, la intervención temprana y la atención accesible, no solo busca tratar problemas de salud mental, sino también crear una cultura de acompañamiento, empatía y autocuidado dentro de los espacios académicos.