Incertidumbre

Por: José Rodríguez Salgado

Al pedagogo Carlos Cantú Lagunas, universitario y normalista de excepción.

Escribo estas líneas en los momentos en que la recién designada titular de la Secretaría de Educación Pública Profra. Leticia Ramírez Amaya, asume el liderazgo de una de las dependencias más importantes del gobierno federal, cuya función educativa es determinante para el futuro del país. Por la SEP han pasado figuras fulgurantes como el maestro José Vasconcelos Calderón fundador y primer Secretario en 1921. Sus sucesores de grata memoria como Narciso Bassols, Jaime Torres Bodet (en dos ocasiones, una en el régimen del Gral. Manuel Ávila Camacho y la segunda en la administración encabezada por el Lic. Adolfo López Mateos), Agustín Yáñez, Víctor Bravo Ahuja, Porfirio Muñoz Ledo, Fernando Solana Morales, Jesús Reyes Heroles, José Miguel González Avelar, Miguel Limón Rojas y José Ángel Pescador Osuna (cuyo período fue breve pero con un desempeño notable basado en el profundo conocimiento de la materia). Omito algunos nombres de titulares que no tuvieron calificación aprobatoria.

Recuerde amable lector que a las instituciones como a los hombres se les conoce y evalúa por sus resultados. Las circunstancias políticas, las limitaciones personales y falta de apoyo presupuestal entre otras cuestiones impiden avances cuando menos elementales. Las opiniones respecto a las prendas personales y profesionales de la recién nombrada surgen en tropel, la mayoría cuestionan el perfil y antecedentes estrictamente profesionales de la sucesora de la profesora Delfina Gómez Álvarez cuyo desempeño está en entredicho. Los pronósticos de este relevo son demoledores y por lo mismo preocupantes, revestidos de desconocimiento del universo de la SEP. Ojalá no se cumplan los presagios ni se deriven mayores consecuencias en el Sistema Educativo Nacional, que a decir de los expertos va a velocidad estrepitosa hacia un precipicio insalvable.

Lo que menos se desea es el fracaso de las políticas educativas, si no que se apliquen correctamente los programas y se alcancen los fines y metas; que se camine acorde a las exigencias de los tiempos modernos. Para ello hay que agenciarse los recursos necesarios y suficientes para la capacitación en el dominio de las herramientas en materia informática, electrónica y telefonía inteligente entre otros aspectos indispensables.

Es deseable que se pongan a disposición de la nueva Secretaria un selecto y eficiente equipo de asesores en todas las aristas del poliedro educativo, que aconsejen, auxilien, ponderen, equilibren, encaucen y evalúen todas y cada una de las medidas y toma de decisiones que eviten descalabros y descalificaciones implícitas y lo más importante que se obre con oportunidad y sin improvisaciones perniciosas para no ahondar los daños en la niñez y juventud. Tener esa responsabilidad es de profundo significado y peso mayor. Los problemas en el sector son enormes, los apoyos presupuestarios sufren recortes paulatinos y no hay recursos que alcancen para atender la creciente demanda de servicios, entre otras causas, por el desmesurado crecimiento de la población, el subejercicio presupuestal y las ocurrencias de todo tipo.

La sociedad mexicana permanece expectante de lo que se diga y lo que se haga. Lo que verdaderamente importa es que se privilegie la calidad de la enseñanza, el laicismo, la igualdad de género, la no discriminación a los pueblos originarios, la capacitación y actualización de los docentes, no sólo en el discurso, en suma, observar y cumplir fielmente el art. 3° Constitucional y su Ley Reglamentaria. Especialmente observar los dictados de la planeación y supervisión consecuentes, por sobre afinidades, lealtades y política. Pretender la redención de los grupos menos favorecidos, por la vía del alfabeto y las bondades del conocimiento.

Quiera la vida que los vientos sean generosos y permitan a los tripulantes una apacible travesía sin turbulencias ni incertidumbres. Los ensayos repetidos y fracasados sólo confunden, distraen y propician el caos. Nadie quiere ese panorama para las nuevas generaciones. Afortunadamente buena parte del magisterio entiende la problemática, conoce y domina los instrumentos para afrontarla y resolverla. Hoy más que nunca hay que multiplicar las voluntades y precisar la efectividad, conductas, actitudes y metodologías para garantizar la justicia, la equidad y pertinencia en la educación. Se espera que las nuevas autoridades se conduzcan con sensatez, cordura; emoción y cariño por la obra más trascendente de la vida; que sepan actuar con tolerancia y que respondan a la altura de su encargo a los retos que día tras día se presentan. Servir y no servirse es la divisa, ferviente anhelo del pueblo mexicano de una educación a la altura de su tiempo.

Agosto/18/2022

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