De libros, escritores y otros datos

A los maestros Gabriel Pérez Rivero y Moisés Jiménez Alarcón. RIP

Por: José Rodríguez Salgado

No debemos quejarnos, a falta de empleos o pan suficiente, sobran días para celebrar. Dedicamos fechas para reconocer las virtudes del padre, la madre, el niño, el estudiante, el abuelo, el compadre, etc. ¿Por qué no establecer un día para quienes se dedican a escribir? Hace tiempo se comentaba que “al paso que vamos” faltarán días del calendario para dedicarlo al: demagogo, mentiroso, político, mercader, corrupto, dicharachero, charlatán, alto, chaparro, robusto, enclenque, blanco, rojizo, etc.

El pasado 12 de junio se celebró el Día del Escritor. Nada más justo. Con este motivo esbozo algunas consideraciones e interrogantes. Décadas atrás nuestro maestro Ermilo Abreu Gómez decía que los escritores y los oradores son artesanos de la palabra. Ellos la crean y recrean, especialmente en el proceso de hacer literatura, multiplican la vida personal. El hecho de escribir un libro es una forma de vivencia tan fuerte, radical y absoluta, como un encuentro amoroso. Cualquier buen libro es una vida singular, favorece la comunicación indispensable y esencial. El escritor es un ser extraordinariamente talentoso y tiene un impulso vital para expresarse, libra una lucha oculta para entregar el tesoro de su palabra.

Emily Dickinson decía que “no hay como el libro, una fragata para llevarnos lejos. No hay transporte semejante a una página de furiosa poesía. /Semejante trayecto puede hacerlo el más pobre sin oprimir su bolsa. Qué modesto el carruaje que a un alma humana lleva”. El lector es el principal responsable de la supervivencia del libro. Si una aspiración, tienen las palabras es la pasión por el libro. Las palabras mueren al decir de Vicente Quirarte, si no hay quien les otorgue tiempo e inteligencia. El libro no existe si no hay quien lo reanime con su lectura y su cuidado.

Hay escritores que se imponen por el don o por el acierto de sus palabras. Hay otros que a su gracia añaden la de su personalidad o circunstancia que las modifica. Todos encarnan en su vida y en su obra, su ser más íntimo y una verdad evidente y reveladora de sentido profundo de su época. Éstos trascienden a lo que se reconoce literariamente como de valor universal.

Para los amantes de los libros esbozo los siguientes datos: Según Pierre Auswline, Stephen King, fue el escritor mejor pagado; Agatha Cristie, la más traducida; el francés más solicitado por los jurados literarios Robert Savatier. Lope de Vega el más fecundo. Estos records no fueron alcanzados con la voluntad explícita de realizar una hazaña, sin embargo vistos de conjunto ofrecen una visión diferente del universo de los libros y la literatura.

George Simenon es el escritor de novelas policíacas más leído del mundo con más de 600 millones de libros vendidos. El libro más grande “Super Brook” fue fabricado en oro en 1976 en Denver, Colorado. Abierto mide 2.75 m por 3.07 m; pesa 250 kg y tiene 300 páginas. El libro más pequeño es el cuento para niños Old King Cole, fue publicado en 1985 en Escocia, mide un milímetro por un milímetro. Para pasar las páginas se usa una aguja.

La novela palindrómica más larga. Palíndroma es una palabra o frase que se lee en ambos sentidos, conservando la misma significación. El doctor Awkward and Olson (Oslo-1986) se llevó el primer lugar en esta categoría. Contiene 31mil 594 palabras. El autor más adaptado al cine es William Shakespeare se lleva el mayor crédito (273 versiones de sus obras). Tan sólo Hamlet registra 41 versiones. La biografía más larga es la de Winston Churchill, contada por Martín Gilbert, su biógrafo oficial, contiene 16 mil 745 páginas y 8 millones de palabras, en ocho tomos, sin contar con los volúmenes anexos que contienen archivos, correspondencia, discursos, citas, índices, etc.

La novela por entregas más larga es La Compgnie des Glases del francés George Jean Arnaud (Fleure noir), saga de 62 volúmenes y 11 mil páginas publicadas en 5 o 6 novelas por año entre 1980 y 1992. El libro prestado por más tiempo fue “El Arzobispo de Bremen”, solicitado por el coronel Robert Walpole, a la Universidad de Cambridge, pero no lo devolvió. Fue encontrado en la casa de una marquesa quien lo regresó 288 años después. El libro más traducido es la Biblia (2000 lenguas, la cuarta parte de ellas africanas).Le siguen El Ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes Saavedra, el Libro Rojo de Mao Tsé Tung y Cien años de Soledad de Gabriel García Márquez. Espere más datos.

Junio 22 del 2023

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