MÉXICO tras lomita
Por: José Rodríguez Salgado
En recuerdo del político taxqueño Alfredo Figueroa Bahena.
En 1991 conocí al Arquitecto José Carlos Gómez Albavera, recién incorporado a la Gerencia de Asuntos Educativos, Culturales y Sociales de Petróleos Mexicanos, a cargo del licenciado Alfonso Zegbe Sanen. Nuestro jefe directo fue el licenciado Ambrosio Manzanárez Madrid, responsable administrativo del área paraestatal. La convivencia diaria permitió trato respetuoso y constante. En una de tantas charlas me habló con entusiasmo del “artista taxqueño William Spratling nacido en Nueva York” en 1900, sus primeros estudios los hizo en Atlanta y Alabama. No terminó su carrera de arquitectura, sin embargo la Universidad de Auburn, Alabama lo honró casi 40 años después con el doctorado “Honoris Causa”. En 1918 fue nombrado sargento del ejército americano durante la Primera Guerra Mundial. Murió en 1967 en aparatoso accidente carretero entre Taxco e Iguala. El arquitecto Gómez me refirió muchos datos del ciudadano estadounidense quien tenía un gran sentido del humor, trato cordial y obraba con espíritu de justicia además de sus aficiones artísticas y su contribución a la cultura mexicana.
Pronto obtuve su obra escrita “MÉXICO tras lomita” de editorial Diana reeditada en 1991 por el gobierno de José Francisco Ruiz Massieu. La lectura de este libro me cautivó de principio a fin, despertó mi curiosidad, avivó la imaginación y me remitió a la accidentada geografía de Guerrero hasta llegar a sus tierras majestuosas, paisajes de ensueño e historia. Quien conoce el estado sabe del valor del sol y el imperio de la luz. En estos días releí el texto de la narración prologado por José N. Iturriaga, especialista y difusor de los testimonios de extranjeros en México.
William Spratling llegó a México a fines de los veinte del siglo pasado, comisionado por editores de su país para escribir un libro. Cumplida su tarea decidió quedarse y seleccionó a Taxco como punto de partida. En ese rincón colonial encontró feliz abrigo y en admirable simbiosis con la naturaleza y los lugareños proyectó su obra humana y generosa; logró difundir la fisonomía suriana a nivel internacional. Los taxqueños lo recuerdan por la calidad de su trato y la visión para renovar métodos y técnicas de la actividad artesanal platera.
Este libro es la síntesis maravillosa de todo lo que vive y renace en el ciudadano guerrerense. Describe puntualmente usos, costumbres, indolencia, laboriosidad, odios, temores, prácticas religiosas, azoro, agresividad, ingenuidad, pasión, dolor, soledad, complejos, escepticismo y picardía de los pobladores. Revalora la vigencia y peso de la cultura indígena y convoca a cuidar a este grupo social marginado. “MÉXICO tras lomita”, duró tres años en terminarse, se publicó en 1931 en inglés, con el título de “Little Mexico”. El conocimiento de Guerrero y Taxco en particular nos acerca al amplio ventanal del mundo, nada deshecha, todo lo diluye con su prodigiosa memoria; absorbe y comprende en su imaginación detalles inimaginables. Fue un espíritu proclive a la aventura, diseñador consumado, enseñó a los plateros guerrerenses nuevos estilos, técnicas y métodos de trabajo. Fue además un coleccionista de piezas precolombinas que donó a la UNAM y a la Universidad Veracruzana. En 1963 el Museo Nacional de Antropología aceptó la donación de esculturas arqueológicas de Guerrero.
Don Josué Sáenz relató a Iturriaga que William fue quien prácticamente descubrió la Cultura Mezcala compuesta por esculturas de piedra con unas cuantas líneas que forman las piernas, brazos y rasgos faciales. “El Estilo Mezcala se desarrolló cerca del Río Balsas, principalmente produjo figuras labradas en piedras duras”.
Por su casa de “Taxco El Viejo”, desfilaron Dolores del Río, Diego Rivera, Henry Fonda, John Huston, Gerardo Murillo, Dwight Whitney Morrow, Miguel Covarrubias, Alfonso Mondragón, David Alfaro Siqueiros, Audrey Hepburn, los esposos Nixon, Rockefeller, Lyndon B. Johnson, así como embajadores, políticos y millonarios.
Iturriaga señala: “fue un aventurero en su vida y en su obra, se lanzó por nuevos caminos inexplorados. Hizo escuela en materia de platería. Fue un hombre proteico, llegó a ser parte de Taxco e hizo mucho por difundir la cultura de México y tuvo éxito, trascendió a las reglas de la rutina social”.
Guerrero le debe un homenaje.
Abril 13 de 2023.