Lombardo Toledano, último gran orador
Por: José Rodríguez Salgado
Felicitaciones al Arq. Taxqueño José Carlos Gómez Albavera, en su cumpleaños.
La evocación de hoy corresponde a don Vicente Lombardo Toledano, una de las figuras emblemáticas del siglo XX mexicano. Nació el 16 de julio de 1894 en Teziutlán, Sierra Norte de Puebla y falleció el 16 de noviembre de 1968 en la Cd. de México. Ya he relatado en ocasión anterior que conocí personalmente al intelectual, filósofo, sociólogo, maestro y distinguido político que cautivaba con su fogosa oratoria a la juventud de mediados del siglo pasado. Quienes asistíamos a las aulas universitarias, del IPN o de la Normal, leíamos a José Ingenieros, José Vasconcelos, José Enrique Rodó, Carlos Mariátegui, Antonio Caso, al Dr. Vargas Vila, Arqueles Vela, Manuel Maples Arce, Germán List Artzubide, a los periodistas Luis Spota, Roberto Blanco Moheno, Juan José Hinojosa, Víctor Rico Galán, Juan Duch, Antonio Vargas Mc Donald, José Alvarado, Renato Leduc, entre otros de la revista ¡Siempre, que dirigía el célebre tabasqueño José Pagés Llergo.
Era la época en que la oratoria se consideraba complementaria de nuestra formación profesional, sobresalían las voces de Luis I Rodríguez, José Muñoz Cota, Alejandro Gómez Arias, Alejandro Gómez Maganda, Raúl Cordero Amador y en la cúspide Vicente Lombardo Toledano, firme en el pensamiento, grandioso en la elocuencia e inalterable en la voluntad. Colmaba con formas metafóricas deslumbrantes la lengua de Cervantes. Época irrepetible en que predominaba el yunque del espíritu creador sobre una civilización orientada a la comodidad material frente al reino de las ideas. Esos hombres constituyeron los cimientos de miles de vidas de niños, jóvenes y adultos. Esta es la explicación de recordar hoy a nuestro personaje, quien el día de ayer cumplió 54 años de haber dejado su trinchera en este México de agobios y contradicciones.
Daniela Spencer publicó en 2018 una obra biográfica extensa “En Combate”, sobre la vida y obra del destacado poblano. Dice en el prólogo “Por más destacado personaje que fuera en su tiempo pocos se acuerdan del maestro Vicente Lombardo Toledano, a pesar de las numerosas calles y escuelas que llevan su nombre. Sin embargo, la historia de su vida revela la abigarrada y contradictoria trayectoria del siglo XX, como huellas que permanecen en el mundo de hoy…”
El maestro expuso en 1957 que “la historia es insobornable, juzgará a su tiempo a nuestra generación a cada uno de los hombres y mujeres conscientes del papel que desempeñaron en la vida nacional de manera inflexible”. En 1961, escribió “mi obra por modesta que haya sido no puede ser juzgada de una manera superficial y menos ahora que estoy en pleno combate todavía. Quizá después de mi muerte valga la pena examinar este asunto”. En efecto fue un combatiente en el campo de las ideas y reivindicación de los derechos laborales en el mundo. Quedan como constancia cientos de trabajos al respecto.
Realizó sus primeros estudios en el Liceo Teziuteco, misma institución a la que asistieron los hermanos Maximino y Manuel Ávila Camacho. En la capital del país estudió en la Escuela Nacional Preparatoria y egresó de la Escuela Nacional de Jurisprudencia como Licenciado en Derecho. Junto a brillantes jóvenes como Manuel Gómez Morín y Antonio Caso, entre otros, fundaron La Sociedad de Conferencias y Conciertos, grupo conocido como Los Siete Sabios de México.
Fue un activo líder estudiantil, en 1917 fue designado representante de su escuela al Congreso Local Estudiantil y ante el Congreso Constituyente de Querétaro. Tuvo una vida académica intensa que compaginó con los cargos públicos y sindicales. Fundó y dirigió la Escuela Nacional Preparatoria Nocturna, dirigió la Escuela de Verano para Extranjeros en la UNAM, Director de la Escuela Central de Artes Plásticas y creador en 1936 de la Universidad Obrera de México. Dictó en el país y en el extranjero numerosas cátedras y conferencias. Se cuentan por miles sus ensayos y artículos. Sus libros, más de cincuenta, pueden consultarse en esa universidad.
En 1948 creó el Partido Popular y en 1960 fue renombrado Partido Popular Socialista. Secretario General de la CTM, de la Confederación de Trabajadores de América Latina y Vicepresidente de la Federación Sindical Mundial. Candidato a la Presidencia de la República en 1952, Gobernador de Puebla y Diputado Federal en dos ocasiones. Sus restos descansan desde 1994 en la Rotonda de las Personas Ilustres, Panteón Civil de Dolores de la Ciudad de México.
Expreso mis más sentidas condolencias a los deudos del Profr. Zótico D. García Pastrana por su deceso en días pasados. Con él se extingue una época en la política y en el servicio social en Guerrero. Acumuló experiencia, laboriosidad y cultura cívica puesta al servicio de los demás. Tepecoacuilco pierde a una de sus mayores figuras emblemáticas. Descanse en paz.
Noviembre 17 de 2022