Algunas madres célebres
Por: José Rodríguez Salgado
A las heroicas madres mexicanas.
En este 10 de mayo como en todos los años habrá de celebrarse el día dedicado a honrar a las madres mexicanas. Desfilarán flores, recuerdos, música, conceptos y palabras en homenaje a ese ser humano extraordinario que nos trajo al mundo. Para la mayoría son las más amorosas y abnegadas independientemente de su cuna, rango social o situación económica. Hallan brillado o no por su ciencia y su pluma o sus pinceles. Importan sí sus aptitudes, noble corazón, fuerza de voluntad para soportar los sufrimientos, desinterés y sacrificio que se reflejan en el alma de sus hijos. Especialmente en esos seres de elección predestinados y grandes.
Para los mexicanos son, han sido y serán el más fuerte poder de los pueblos, la cumbre más alta, el baluarte más firme. Se prosternan ante ella el poderoso y el humilde, el anciano, el joven, el rico y el infortunado. En estos momentos de crisis nacional, se oye fuerte el grito de las llamadas “madres buscadoras”, que piden justicia y claman auxilio ante el drama de sus hijos desaparecidos, sean cual fueren las causas de su ausencia. El sufrimiento desesperado no tiene límite y tal parece que la única respuesta de parte de las autoridades es el silencio y la negación. Ni modo, este es el lugar que al decir de Cristina Pacheco “aquí nos tocó vivir”.
En el proceso histórico, las madres nuestras están rodeadas de una luminosa antorcha y todas ellas pasan lista de presente en este día sin distinción de fortuna, de militancia religiosa o política. Justo es que les rindamos homenaje en la fecha consagrada a ellas; la autora de nuestros días cuyos nombres venera la posteridad. MATLAZIHUATZIN, mujer de los tiempos precortesianos, fue esposa del rey Netzahualcóyotl y madre del rey Netzahualpilli. Cuenta el relato que se distinguió como madre ejemplar; cuando quedó viuda dirigió y acompañó a su hijo en los primeros años de su reinado, conservando hasta el fin de su existencia, su soberanía de dama y dignidad de madre.
Y aunque la mujer de entonces no ocupaba el lugar que le correspondía en la sociedad, antes de la conquista como bajo la dominación española, los indios le tributaban el respeto que merece su condición de madre. Hace algunos años con frecuencia se leía y comentaba en las escuelas el poema que traducido más o menos dice: “Cuando yo muera, madre, no llores; pero si lloras y alguien te encuentra vertiendo amargas lágrimas, si te preguntan por qué, dile que la leña está verde y que el humo te ha hecho llorar”…
Antes era costumbre que los jóvenes fuesen a la escuela y que las mujeres se ocupasen de las faenas domésticas; al surgir la Independencia la mujer entra en la lucha. Numerosos son los casos que las abnegadas madres mexicanas, como las antiguas madres espartanas supieran conducirse con desprendimiento y patriotismo diciendo a sus hijos: “Salva a la patria aunque mueras”. Varios biógrafos han escrito acerca de las mujeres que participaron en esa lucha. Una de ellas fue una mexicana de noble estirpe, rica, virtuosa y patriota que descendía por parte de su madre, del rey Netzahualcóyotl: LEONA VICARIO que fue esposa del ilustre abogado Andrés Quintana Roo y que lo acompañó en el frente de batalla, ella misma amamantó a sus hijas en condiciones verdaderamente dramáticas, marcándoles el recto camino que debían seguir, no obstante las dificultades de aquéllos tiempos en que heroicamente luchaban hombres y mujeres por la noble causa de la libertad y que ahora en pleno siglo XXI otros pueblos como Ucrania y la Franja de Gaza son sometidos con crueldad, con odio y terror como nos informan los medios de comunicación todos los días.
RITA MORENO, esposa del valiente insurgente don Pedro Moreno, bien merece ser recordada. Conocida es la historia del Fuerte del Sombrero donde nuestra heroína demostró su amor filial y patriotismo sin límites. JOSEFA ORTIZ DE DOMÍNGUEZ, GERTRUDIS BOCANEGRA, MANUELA TABOADA DE ABASOLO, ANTONIA NAVA DE CATALÁN, RAFAELA LÓPEZ AGUADO madre del general insurgente Ignacio López Rayón. También merece ser recordada la ilustre madre del poeta nayarita Amado Nervo, JUANA ORDAZ, mujer noble virtuosa y fuerte. La señora MARÍA BALLY, madre de Jorge Washington, héroe de la Independencia Americana. LETICIA REMOLINO, madre de Napoleón Bonaparte. CATALINA TEXTOR, madre de Goethe, el más grande poeta de Alemania, escritor y sabio como pocos. CORNELIA, sinónimo de ternura, patriotismo y dignidad maternal, madre de los hermanos Graco, tribunos y oradores célebres de Roma, sabios, valientes y honrados. JUANA ESTEFANIA ROQUI, madre del científico francés Luis Pasteur.
Hay cientos de millones de madres que como ellas honran con sus cuidados, ejemplo y amor maternal a la humanidad completa. Un saludo respetuoso y devoto a las madres campesinas guerrerenses y a quienes desde cualquier trinchera ennoblecen la respetable condición de madres. Felicidades!
8 de mayo de 2025.