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Estados Unidos. El Tribunal Supremo de Nueva York condenó este viernes a la Organización Trump a pagar una multa de 1.61 millones después de que hace un mes fuera declarada culpable de operar una trama de evasión fiscal por años.


Los negocios de la Organización Trump habían estado bajo la lupa de las autoridades desde largo tiempo. Ahora, un jurado la declaró culpable de 17 delitos económicos; concretamente a dos empresas pertenecientes a la organización del expresidente: Trump Corporation y Trump Payroll Corporation, en un caso en el que no estaban acusados él ni sus familiares.


Fuera de la sala del tribunal, el fiscal de distrito de Manhattan, el demócrata Alvin Bragg, expresó que deseaba que la ley hubiera permitido una sanción más grave. «Quiero ser muy claro: no creemos que eso sea suficiente», afirmó. «Nuestras leyes en este estado deben cambiar para capturar este tipo de fraude sistémico y atroz de más de una década».


MÁXIMA PENA POSIBLE
Trump Corporation deberá pagar 810.000 dólares y Trump Payroll Corporation 800.000. Se trata de la máxima pena permitida por la ley e impuesta por el juez Juan Manuel Merchan, quien dio a la Organización 14 días para pagar.


La Cifra también recomendada por la Fiscalía de Manhattan, encabezada por el fiscal Alvin Bragg, quien aplaudió la decisión en un comunicado y la consideró «trascendental» para dar ejemplo a otras compañías y ejecutivos.


El pasado martes, el mismo tribunal condenó al que fuera durante años máximo jefe financiero de la Organización, Allen Weisselberg, a cinco meses de cárcel por quince cargos de fraude fiscal, al confirmarse la existencia de un sistema de evasión de impuestos y precisar que le beneficiaba tanto a él como a la compañía.


La condena a Weisselberg fue muy leve -podrá ser excarcelado tras 100 días- debido a que accedió a reconocer su culpabilidad tras un pacto con la Fiscalía.


OPACIDAD Y MALOS MANEJOS
Weisselberg había recibido de la empresa el uso de una vivienda gratis en Manhattan, el alquiler de coches de alta gama, muebles e incluso el pago del colegio privado de sus nietos sin declararlo a Hacienda.


Los abogados de la Organización Trump han tratado durante meses de insistir en que la trama de evasión fiscal fue para uso y disfrute del propio Weisselberg, pero la sentencia de hoy echa por tierra esos argumentos y deja claro que los manejos fiscales del jefe financiero servían ante todo para beneficiar a la organización.


Weisselberg, de 75 años, que empezó a trabajar en 1973 como contable del padre de Donald Trump. En su arresto salió esposado hacia la prisión de Rikers Island para cumplir su condena.


Cuando testificó contra la Organización Trump en el juicio, Weisselberg declaró que no pagó impuestos sobre esa compensación, y que él y un vicepresidente de la empresa se confabularon para ocultar las prestaciones, haciendo que la empresa emitiera formularios W-2 falsificados.

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