¡Ah qué dengue con el dengue! – Don Chimino

Por: J. David Flores Botello

Parafraseando a Don Chimino, ¡ya chole con tanto hablar del dengue! Pero, sería irresponsable de parte nuestra que, a sabiendas de que viene lo más difícil de esa enfermedad, nos quedáramos callados sin poner en alerta a la población. Recordemos que los cuatro virus del dengue están circulando en la Zona Norte de Guerrero: dengue 1, dengue 2, dengue 3 y dengue 4. Actualmente, el que predomina es el dengue 3 y, aunque no se ha confirmado, todo indica que ha mutado, se ha hecho más virulento y agresivo y por eso está provocando más casos graves. Por lo anterior, seguiremos llamando la atención de la gente para prevenir una crisis de enfermos de dengue que puedan colapsar y rebasar las clínicas y hospitales y lo peor, que haya muchas muertes. Un solo fallecimiento duele y duele mucho, sobre todo cuando una ilusionada embarazada espera con emoción y anhelo, la llegada de su bebé y que, después de ser picada por un mosco o zancudo infectado, se enferme de dengue, se agrave, su bebé se obite (se muera dentro de su vientre) y que ella misma se vea afectada a tal punto de también fallecer, exangüe, a consecuencia de un dengue grave. Terrible, ¿no?. Como esta embarazada, podemos ver muchas más ahora que ha iniciado la temporada de lluvias que propicia la replicación del mosco que, también ha disminuido el número de días para madurar sus huevos, se reproduce más rápido. Ya les habiamos comentado que el dengue se clasifican para su mejor manejo en : dengue SIN signos de alarma, denge CON signos de alarma y dengue GRAVE. Hoy hablaremos de sus tres fases o momentos que se llevan a cabo en un promedio de diez días y son: la fase febril, la fase crítica y la fase de recuperación. La fase febril es el inicio de la enfermedad, con síntomas como fiebre, dolor de cabeza, dolor en los ojos, dolores musculares y articulares. Durante esta fase, es importante acudir a una unidad de salud para una evaluación inicial. La fase crítica ocurre entre el tercer y quinto día de la enfermedad, y es el momento de mayor cuidado. Durante esta fase, la fiebre comienza a disminuir y pueden aparecer signos de alarma. Estos signos de alarma incluyen vómitos persistentes, hinchazón en diferentes partes del cuerpo, dolor abdominal intenso, irritabilidad en los niños y debilidad extrema. Si una persona presenta uno o más de estos signos de alarma, es crucial que se dirija de inmediato a una unidad de salud. La fase de recuperación es cuando la persona comienza a mejorar y se siente más activa. Durante esta fase, es importante que la persona descanse y se mantenga hidratada. Se recomienda tomar baños con agua tibia, usar ropa ligera, beber suero oral y seguir una dieta normal, evitando alimentos picantes y líquidos dulces. El suero oral o el pedialyte SR 60 debe ingerirse en cantidades suficientes para que el enfermo con dengue orine con regularidad, es indispensable que sean estos tipos de suero, no agua, ni té, ni agua de coco, ni suero casero. Debe tomarse el suero a partir del inicio de la fiebre hasta que haya pasado la fase crítica. Es importante tener en cuenta que algunas personas pueden estar en mayor riesgo de desarrollar complicaciones graves debido al Dengue. Esto incluye a aquellos que tienen enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión, asma, enfermedades cardíacas o renales, así como a las mujeres embarazadas las cuales, durante todo el embarazo, deben evitar a toda costa que les piquen los zancudos, usando repelentes en su piel expuesta y dormir con un tul o pabellón. Una mujer embarazada es como un manjar apatitoso para esos insectos y son perseguidas para succionar su sangre. Asi que, aunque nos digan que ¡ah qué dengue con el dengue!, no quitaremos el dedo del reglón y seguiremos insistiendo que, lo más importante es la prevención, hay que evitar sí o sí, los criaderos de moscos propagadores de esta impredecible enfermedad.


DON CHIMINO.- El Doptor Daví ya me trai azorrillado con su mentado dengue. Me he apanicado tanto que me cajié con tanto ´tar compre y compre repelentes y embadurnarme todito, tan re pinche caros. Y no soy solo yo el único que le da cus cus padecer dengue, hartas gentes andan con el Jesús en la boca y mercando sus repelentes tambor. Ya hasta están escasiando y encareciéndose cada día más. Por eso, me puse a gogliar en Internei algunos repelentes caseros y me encontré uno que es a base de alcohol, clavos de olor y aceite de almendras. Unos le agregan canela, otros esencia de vainilla, menta, albahaca, citronela y vinagre. Una cosa que sí pude comprobar jue que, el que toma cerveza más lo siguen los pinchis zancudos. Lo comprobé cuando juimos a la misma pozolería dos veces en una semana. La primera tomé pura cerveza porque no tenían mezcal. Ese día estuve a puntito de pararme y decirle a mi Puchunga que nos juéramos a otro lado, pero, tenía antojo de pozole verde y el que hacen áhi le encanta mucho a ella. ¿Cómo pues no va a haber mezcal en una pozolería? ¡Ambrón! Nunca sabe igual de sabroso un pozole si no se acompaña de un buen mezcal, eso que ni qué. No les miento, apenas llevaba tres chéves, me cayó un enjambre de zancudos… y a mi vieja ni tan siquiera se le acercaron. La otra vez que juimos, tenían las chéves medias tibias, quesque las acababan de llevar y además, que su refrigerador no enfriaba bien y, ¿Cómo chingados en una pozolería no tienen cheves heladas? Como a mi no me gusta la cheve caliente, ni tibia, estuve tomando solo puro mezcal, que ese día sí tuvieron y ¿qué crée?, no se me acercó ni un solo zancudo a picarme, pero sí les cayeron a unos vecinos de mesa que, se quejaron de tar siendo botaniados por los móndrigos zancudos chupa sangre. Enclusive, miré que uno de ellos, que llevaba un chor de mezclilla, salió p´ajuera de la pozolería rascándose las canillas picotiadas y, como a los 10 minutos, regresó con una raqueta de esas eléptricas pa matar inseptos. Eran tantos moscos que los andaban acosando que el de la raqueta estuvo truene y truene zancudos como si jueran santapericos. Tonces saqué dos conclusiones: los zancudos son cheleros y, una de dos, o son pendejos por no chupar sangre con mezcal del buenas o que, ora hay que decir de él: “tú me curas, tu me matas, me haces andar a gatas y de los moscos me apartas”. Mi Puchunga me dijo que no sacara conclusiones de una primera vez que me pasó eso de que no me picaron cuando tomé mezcal sin cerveza, que a la mejor no se acercaron porque, antes de salir de nuestro cantón, ella me untó a mi y yo a ella, las orejas, el cuello, los brazos y las piernas, de un repelente que ella hizo usando alcohol, clavos de olor, una raja mediana de canela y el jugo de un limón. Mero pues, me metió la duda. Podría yo probar otro día que váyamos de nuez, que no me untara nada, que solo tomara mezcal y ver si me picaban o no, y pensé: “me pueden decir pedo pero no pendejo”, ¿qué tal que si me pica uno y va premiado con virus? ¡Aray! Mejor me cuido y… ¡híjoles! Ya se acabó el espacio, áhi nos pa l´otra, graciotas.

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