Bacterias y virus – Don Chimino

Por: David Flores Botello

BACTERIAS Y VIRUS. – Los tres años de pandemia nos han obligado a informarnos, la gente cada vez sabe más de microbios pero, un importante porcentaje de personas no tienen idea de lo que es un virus y una bacteria. Ambos son pequeños organismos que están dentro del campo de la microbiología. Ninguno de los dos es visible a simple vista. En tamaño, un virus se parece a una bacteria como un gato con una vaca, las bacterias son 200 veces más grandes que los virus. Las bacterias son células que se encuentran distribuidas en todos los medios ambientes del planeta Tierra, incluidos los animales y el hombre. Las bacterias pueden ser visibles a través de un microscopio ótico, como los que se utilizan en las escuelas y desde luego, a través de un microscopio electrónico. Los virus no son estructuras vivas, están en el límite de lo vivo y lo no vivo, un virus para perpetuarse utiliza a las células, las usa para llevar a cabo su metabolismo. Los virus no son células, son estructuras de proteínas que adquieren diferentes formas, contienen material genético DNA o RNA que constituyen las llamadas partículas virales. Los virus solo pueden ser vistos a través de un microscopio electrónico de transmisión o electrónico de barrido. Hay muchos tipos de virus, se encuentran distribuidos en toda la naturaleza y tienen un amplio rango de huéspedes: bacterias, hongos, plantas, animales y humanos. Dicho lo anterior, si un niño tiene fiebre puede que sea por una infección viral (casi siempre) o por una infección bacteriana y, por ser totalmente distintos, el tratamiento también lo es. Cuando existe una infección bacteriana los antibióticos suelen ser de ayuda, pero si se trata de virus, los antibióticos no solo son inútiles, sino que, se afecta a la flora bacteriana de quien los usa, además, el uso indiscriminado e irracional de los antibióticos ha traído como consecuencia resistencia bacteriana lo cual obliga a que cada vez se utilicen antibióticos más potentes. A algunos padres les gana la ansiedad y la preocupación cuando su niño tiene fiebre constante y que a pesar de que lo más seguro se trate de un virus que se autolimitará en un promedio de 3 a 5 días, presionan al médico para que le recete antibióticos, si el médico duda, terminará cediendo a la petición o angustia de los padres. En la mayoría de las ocasiones, un buen interrogatorio y una adecuada exploración física serán suficientes para hacer un diagnóstico en un niño con fiebre. En los niños que además de fiebre presentan diarrea, un estudio minucioso de las heces fecales en fresco permitirá hacer el diagnóstico diferencial. En cuanto a los problemas respiratorios que cursan con fiebre, la gran mayoría, son virales y a pesar de que haya temperaturas elevadas cercanas a los 40 grados no es necesario ni conveniente usar antibióticos, en todo caso, hay que ayudar a que la fiebre baje hidratando adecuadamente al niño. La desesperación y la ignorancia por tratarse de un virus nuevo obligó a los médicos a usar hasta tres o cuatro antibióticos en los primeros casos de pacientes con COVID-19 lo cual ya no sucede en la actualidad. Este tema lo tratamos porque estamos pasando por una temporada de infecciones virales tanto de la vía respiratoria con gripa y tos como infecciones digestivas con vómito y diarrea. Nos ha tocado ver a niños que por presentar vómito les empiezan a dar antibióticos porque piensan que el problema es la garganta y a las pocas horas o al día siguiente, inician con diarrea y entonces les agregan un medicamento de los llamados antidiarreicos, hemos visto niños que no solo les dan medicamento para calmar el vómito y la fiebre sino también un antibiótico para la garganta, otro para la diarrea y además, por si hiciera falta hasta un desparasitante les dan siendo que, por tratarse de virus, todos esos medicamentos salen sobrando. Ante la duda diagnóstica siempre es mejor apoyarse en algunos análisis para no tratar a los niños con virus como si tuvieran bacterias.

DON CHIMINO. – Yo y mi Puchunga sabíamos que Norma vivió un tiempo en los Yunaites pero no imaginábamos que estuviera de ilegal asina como me lo dijo Heriberto que, ya medio alacranado con el güisqui etiqueta azul que ya llevaba varias copas, se soltó paticando, casi todo era para hablar bien de su mujer, que muy luchona, que muy pensadora, que buena para los bisnes y que tambor celosita, pero a ver, ¿a quién se le ocurre casarse pa vivir en ciudades distintas? De los 37 años que cumplieron de casados nomás 17 vivieron juntos en Monterrey, los otros años Norma vivió en Laredo, Texas a escondidas de la migra, que una vez por mes iba a pasar el fin de semana con ella, pero eso sí, todas las noches tenía que pasar lista con ella, que onde andaba, que con quién, que a qué hora llegaba a la casa, bueno, que hasta cámaras de video hizo que pusiera en su casa de Monterrey quesque por la inseguridá, que para tar pendiente de él, que no le juera a pasar algo. Dijo que Norma se pasó de mojada porque ya antes la ´bían deportado y ya no la dejaban ingresar de nuez, que para acompañar a su hijo Alberto que se jue a estudiar, que pa ganarse unos dolaritos hacía galletas y panes que mandaba a vender pero que después puso una empacadora de chorizo y de carne enchilada que creció, asegún, encabronadamente, que empezó a ganar harto billete verde y me siguió diciendo: –“ Cada Navidad me iba a pasarla con ella y con Alberto, inolvidables las de 2004 y 2017 que, algo raro, nevó allá, nos divertimos como güerquitos jugando a las guerritas de nieve y competencias de a ver quién hacía el mejor muñeco, ver nevar a mediodía es un espectáculo maravilloso y los paisajes de todo cubierto con nieve son como de cuento de hadas. Al principio nuestro hijo le ayudaba con su chamba, pero, como actualmente hacen los jóvenes, decidió irse a vivir con su novia a Inglaterra, así que Norma se quedó sola. Había conseguido un local grande que colindaba con la casa donde vivía, podía pasar de un lado al otro sin salir a la calle, le quedó perfecto, su taller a unos pasos de su casa. Consiguió a una contadora para que le llevara la administración de la empresa, ella no podía legalmente tramitar nada por su situación de indocumentada, las ganancias las transfería a una cuenta mancomunada entre ella y yo, todo iba muy bien, ya nos habíamos acostumbrado a vivir así, aunque en la pandemia le sufrimos mucho pues cerraron la frontera y no pudimos estar juntos poco más de un año, eso sí, hacíamos videollamadas o nos veíamos diario por Zoom. Hace dos meses que la fui a visitar, después de tomarnos dos botellas de vino terminamos en la cama y, cuando estábamos con la pasión al máximo, tocándonos todo lo que nos excita, sentí una bolita dura en su pecho izquierdo, como un cacahuate garapiñado, yo no sé mucho de eso, pero, al sentirla me vinieron muchos pensamientos y el presentimiento de algo malo, tanta fue mi sacada de onda que se me bajó el ímpetu y por más que intenté no le pude cumplir esa noche. Ella por el encierro, por no tener papeles, no podía recurrir a una clínica u hospital a hacerse el estudio de la mama y más miedo me dio de que pudiera tener algo malo, le dije que era necesario que la viera un doctor, me dijo que no me preocupara, que no le daba ninguna molestia, que no se quería arriesgar de que la descubrieran y la deportaran. En esa ocasión me regresé a Monterrey muy preocupado, pensando cómo convencerla de que tenía que hacerse sus estudios. Platicando con mi amigo Pedro me sugirió que le dijéramos a su hermana Georgina para que ella convenciera a Norma de la necesidad de hacerse sus estudios. Al siguiente mes que fui a Laredo la encontré muy enojada, había detectado un desfalco por parte de la administradora y que, cuando le reclamó, lejos de ofrecerle una disculpa la amenazó con denunciarla con la migra y que, además, la empresa estaba a su nombre y que si ella quería se quedaba con todo, pero, lo que más me alarmó fue que me dijo que le había salido un poco de líquido del pezón donde tenía la bolita, le pregunté si ya había platicado con Georgina”. En eso, la susodicha Coquis llegó hasta donde ´tábamos nosotros y le dijo: –“¿Oye gordito, ya va a empezar a tocar el mariachi, después de que terminen entregamos eso?” Y… híjoles, ya me colgué, áhi nos pa l´otra, graciotas.

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