Reunión con médicos – Don Chimino
Por: David Flores Botello
REUNIÓN CON MÉDICOS.- Recientemente nos reunimos un grupo de colegas de diferentes especialidades en un congreso médico donde además del programa académico aleccionador hubo momentos de convivencias, platicamos de muchos temas pero en especial tuvimos un debate sobre las condiciones de la salud pública en México. Estuvimos de acuerdo en que han aumentado y mucho las enfermedades como la diabetes, la hipertensión y la obesidad que generalmente van ligadas y tienen su origen en una alimentación con gran cantidad de las llamadas cuatro blancas asesinas: el azúcar refinado, el arroz blanco, la sal y la leche. Concluimos que el panorama no es nada halagüeño, tenemos el primer lugar en obesidad infantil y el segundo en obesidad en adultos. Fuimos bombardeados por la publicidad engañosa de las empresas que hicieron de las llamadas juzguerías, llámese golosinas, un atractivo, una trampa en la que cayeron los niños lo que hizo que se incrementara su consumo sin pensar en su futuro. Somos uno de los principales países del mundo en consumir el veneno negro llamado coca cola y se fomentó la ingesta de muchas otras bebidas azucaradas. Unos compañeros calentaron el ambiente cuando uno de ellos comentó que en los hospitales públicos se les niega atención a los pacientes de una cirugía aduciendo que el anestesiólogo se molesta si le llaman de noche a su casa a pesar de estar supuestamente de guardia, que no hay material para llevar a cabo la operación ahí y, muy amablemente se ofrecen a operarlos en sus clínicas donde ellos sí tienen todo, hasta anestesiólogo que, (qué casualidad), muchas veces es el mismo que debería estar haciendo guardia. Cuando a un traumatólogo le dijeron que él se sacaba los pacientes para operarlos en la priva se molestó mucho y dijo: –“como me caen mal las personas que generalizan, que hablan nada más por hablar”, que por una vez que lo hizo eso no quiere decir que siempre ha sido así. Otro dijo que a su director de hospital lo tenían que ir a buscar a las canchas de futbol o algún restaurante para que les firmara documentos en horario que se supone tenía que estar trabajando. Otro dijo que sabía de un director de hospital que era amigo de un funcionario público de alta gama política que por una módica coperacha del 20% le daba los contratos de laboratorio, rayos X, tomografía y hasta renta de ambulancias, que gran cantidad de los recursos que llegaban para el hospital de canalizaban por esa vía que se conoce como subrogación. Que en algunos hospitales los médicos checan y se salen a atender sus consultas privadas, que incluso muchos de sus pacientes de hospital público que habían intervenido quirúrgicamente preferían ir a la consulta privada de ellos que hacer colas para ser atendidos en el hospital público y que además las citas se las daban a largo plazo. Las carencias de insumos fue el común denominador de los opinantes. Desde luego que no podían faltar las anécdotas de quienes enfermaron de COVID y la libraron y los dolorosos fallecimientos de entrañables compañeros. Alguien comentó que los estados de Tlaxcala, Nayarit y Colima han sido elegidos a nivel federal como estados piloto donde los servicios de salud están ya cubiertos al 100% en los primeros y 95% en Colima incluido insumos y personal médico de especialistas en todos los turnos. Nosotros nos regresamos pensando y deseando que pronto le toque a nuestro estado de Guerrero. Ojalá.
DON CHIMINO. – Danilo, el muchacho de gorra verde y camiseta con imagen de una hoja de canabis en su pecho taba súper apenado con la familia de Alfredo, le vendió un aceite que no era el que le sabía vender sino que era otro que si se combinaba con chínguere le afectaría, dijo que a Alfredo le dio La Pálida porque se cruzó una cosa con la otra y sí, me consta que se puso como pan crudo antes y después de tirar hasta los bofes por el bandaral de la azotea de mi cantón. Alfredo me ´bía regalado un frasquito con aceite como el dél pero a mí no me hizo daño, al contrario, me sentía yo como trompo chillador y de no ser por mi Puchunga que les dijo que el frasco que faltaba lo tenía yo me lo viera quedado. No se imaginan lo difícil que jue bajar al Alfredo de la azotea de mi cantón a pesar de que Richard, Freddy Elías y su hijo Alfredito tan mamados, pero ya que lo recostaron en el sillón de la sala Enriqueta y Nancy lo tuvieron vigilando sin despegarse dél ni un ratito. Para no perderse el chisme mis tres compadres, ya medio jumigados se bajaron para abajo, les dije que mejor nos saliéramos para la calle porque ya éramos hartos pa´ tar todos en la sala no juera siendo que a pesar de que tráibamos cubresbocas nos contagiaramos del Covicho ese después de tanto cuidarnos, onde que mero en esas fechas de principios de año se taban enfermando hartísimas gentes y había muchos dijuntitos todos los días. Iba yo saliendo cuando me llamó mi Puchunga, “no te vayas”, me dijo, “¿por qué no nos presentas? Muy apenadas Enriqueta y Nancy se disculparon de no haberse presentado ellas al entrar a la carrera para ver cómo estaba Alfredo, fue Enriqueta la que habló primero, dijo que ella era vecina mía de cuando tábamos chamacos y que ´bía sido su novia de Alfredo en aquellos tiempos, que era viuda, que solo tuvo una hija llamada Caprice que la hizo abuela de Braulio de 22 años, que asina se llamaba su esposo, su ñeta era Isabella con 20 años, que muchas gracias por preocuparse por Alfredo. A luego se presentó Nancy, dijo que ella tuvo viviendo más de 20 años con Alfredo, que cuando se conocieron ella ya tenía 2 hijos: Richard de 44 años era el mayor y se casó con Caprice, que el otro hijo era Henry de 41 años, que era consuegra y comadre con Enriqueta, agradeció que le háigamos cuidado a Alfredo y que disculpáramos por entrar tan a la carrera. Mi Puchunga les dijo que ella se llamaba Fernanda, que supo que yo y mis compadres juimos a la pozolería después de no salir de nuestras casas casi durante 2 años, que supo que Alfredo nos topó en la Pozolería donde comimos y que después yo los invité, que ella se quedó abajo y que nosotros nos juimos a la azotea pa que no tuviéranos en lugar cerrado por lo del virus, que Alfredo ´bía tado muy contento, que ella oía que no dejábamos de paticar y que Alfredo era en un principio el más paticón pero que poco a poco se le jue apagando la voz hasta que se empezó a sentir mal. Les preguntó que cual ´bía sido el motivo de su visita a Iguala, le dijieron que jue porque su mamá de Alfredo cumplió 85 años, le hicieron una fiesta donde la señora a pesar de su edad cantó y bailó con Alfredo y con su único hijo dél de nombre Freddy Elías que era huérfano de madre y que a su vez le dio dos ñetos: Fátima de 25 años y Alfredito de 22, que iban a esperar a que el joven Danilo les diera indicación para poder llevar a Alfredo a su casa. En lo que paticaban me jui a asomar a la puerta y a saludar a las demás gentes, apenas puse un pie en la calle mis tres compas se me acercaron pa preguntarme si ya sabía yo con quien se ´bia quedado Alfredo si con Enriqueta o si con Nancy, les dije que cómo creían que yo les iba a preguntar eso ambas dos, capaz que me dicen que qué me importaba. Nos tuvimos que callar porque se acercó Richard, nos dijo que era hijo de Nancy, nos presentó a su esposa Caprice y a sus dos hijos el mayor de nombre Braulio y a la chamacona del chorcito deshilachado de nombre Isabella, a todos los saludé de puñito pero ella después de decirme ¡holaaa! Me extendió la mano y pos no me pude negar a saludarla de esa manera y jue entonces que me percaté de su gran parecido físico con Nancy pero en jovencita, hasta me dio pena fijarme en ella, parecía como si juera mi ñeta de tanta diferiencia de edá conmigo pero yo me sentía a todo dar y la chava dende que crucé mirada con ella en la pozolería no me dejaba de hacer señas como saludándome, olía riquisimo, se miraba que era tremenda, llevaba una blusa corta enseñando su cinturita presumiendo su derrondito hoyo de su ombligo y… híjoles, ora jui yo el que se colgó, áhi nos pa l´otra, graciotas.