Temporada de bronquiolitis-Don Chimino
Por. J. David Flores Botello
TEMPORADA DE BRONQUIOLITIS.- La bronquiolitis es una de las infecciones respiratorias más comunes y preocupantes en los primeros años de vida. Después de más de 35 años atendiendo niños con bronquiolitis, podemos decir que el cuadro clínico que presentan estos pequeños pacientes suele ser angustiante tanto para los padres como para algunos médicos que los atienden. Se trata de una infección viral, principalmente causada por el virus sincitial respiratorio (VSR), aunque otros virus como la influenza o los adenovirus también pueden provocarla. Este virus afecta a los bronquiolos, las vías respiratorias más pequeñas de los pulmones, y produce una inflamación que lleva a la obstrucción de las mismas. Como consecuencia, el flujo de aire hacia los pulmones se ve severamente comprometido, lo que genera los característicos síntomas: dificultad para respirar, sibilancias (silbidos o “gatitos”), y en casos más graves, un cuadro de insuficiencia respiratoria. Síntomas.- La bronquiolitis generalmente comienza como un resfriado común, con congestión nasal, tos y fiebre leve. Sin embargo, en pocos días, generalmente en los primeros 4 días, la situación puede agravarse, especialmente en bebés menores de un año, presentando: Respiración rápida o dificultosa: El esfuerzo para respirar puede volverse notable, con las fosas nasales abriéndose y cerrándose de forma exagerada (aleteo nasal) y los músculos entre las costillas hundiéndose con cada respiración (retracciones intercostales); Sibilancias: Sonidos agudos y silbantes cuando el niño respira, causados por la obstrucción de los bronquiolos; Tos persistente: A veces acompañada de vómitos debido a la irritación de las vías respiratorias; Fatiga y dificultad para alimentarse: Los niños pequeños pueden tener problemas para comer o beber debido a la dificultad para respirar. En los casos más graves, la piel del bebé puede volverse azulada (cianosis) por la falta de oxígeno, lo que requiere una atención médica inmediata. La bronquiolitis se caracteriza por la presencia de espasmo e inflamación bronquial y muchas secreciones (flemas): cuando estos bronquios más pequeños se inflaman, se produce un exceso de moco, lo que agrava la obstrucción del flujo de aire. Como si esto fuera poco, el espasmo del músculo liso de los bronquios empeora la situación, haciendo que las vías respiratorias se estrechen aún más, lo que provoca un silbido característico al exhalar. Algunos niños afectados por bronquiolitis pueden presentar múltiples episodios de sibilancias o espasmos bronquiales, especialmente si tienen antecedentes familiares de asma o alergias. Este es un punto clave que todo pediatra debe considerar en el manejo del paciente. Es importante recalcar que la bronquiolitis es una infección viral, por lo que los antibióticos no son efectivos. El tratamiento, suele ser de apoyo, y en la mayoría de los casos, puede manejarse en casa con medidas simples. Estas incluyen: mantener al bebé bien hidratado con una buena ingesta de líquidos. La fiebre se puede manejar con medicamentos como el paracetamol. En ocasiones, la nariz congestionada empeora los síntomas respiratorios, por lo que mantener las vías respiratorias despejadas es esencial. El uso adecuado de agua de mar estéril en spray es muy útil. En algunos casos, el niño puede requerir hospitalización, especialmente si presenta dificultad para respirar, cianosis o deshidratación. En el hospital, se puede administrar oxígeno y, en casos severos, se utilizan medicamentos broncodilatadores o terapias más avanzadas. Si un niño muestra signos de dificultad respiratoria severa, como respiración muy rápida, retracciones intercostales, incapacidad para alimentarse o signos de cianosis, es imprescindible acudir al hospital de inmediato. La bronquiolitis se transmite de persona a persona a través de las gotas respiratorias, por lo que lavarse las manos frecuentemente y evitar el contacto con personas enfermas son las mejores medidas preventivas. En algunos casos, los bebés prematuros o con condiciones subyacentes pueden recibir un tratamiento preventivo con anticuerpos monoclonales (como el palivimizumab) para protegerse contra el VSR. La bronquiolitis es una condición seria, pero con el tratamiento adecuado y la atención oportuna, la mayoría de los niños se recuperan sin complicaciones a largo plazo. Como siempre, la clave está en reconocer los síntomas a tiempo y actuar con prontitud. Después de 35 años de ver pacientes con bronquiolitis podemos decir que, de acuerdo a las evidencias, el uso de broncodilatadores y esteroides es benéfico con mejoría importante en las primeras 48h. Ya no nebulizamos. El tratamiento oral además de ser efectivo, brinda resultados más rápidos.
DON CHIMINO.- La semana pasada mi Puchunga jue a la Costa Chica a conseguir papeles pa´que se los lleve a los encargados de recibirlos pa incribirse en lo de las becas p´al Bienestar. Ella agu no ajusta los 60, ya le falta más menos pero, anque asina será, ya sabe que la beca aplica solo para mujeres que áhigan cumplido los 60, que sean indígenas o afro descendiente, si no, no es candidata a recibirla y tendrá que esperar hasta los 63. Mi Puchunguita insiste que es descendiente de indígenas y que si eso no se lo quieren valer va a traer a unasd de sus tías que son descendientes de afroamericanos pero ya le dije que sí era su tía pero tía política y debe ser tía de sangre pa´que se lo hagan válido. Dende el jueves se jue en camión y yo me quedé en casa todo el fin de semana. No sé cómo se enteraron mis compas Chón, Flor, Javi y Vitorio . Seguro mi Púchun le paticó a mi comadre Choforita esposa de Chón porque él jue el primero que me llamó pa´ decirme que ya tardaba que no nos reuníamos, que hacía falta echarnos unas entre pecho y espalda. Yo no me hice del rogar porque tenía razón mi compa, le dije que si gustaban nos reuniéramos en mi cantón, que no taba mi vieja y que asina con más confianza podíamos echar la cotorra. Le pedí a Chón, que jue el mitotero, que le llamara a mis otros compas, me dijo que sí y que además, él se encargaría de llevar carnitas. Quedamos que nos veíamos el sábado a las tres de la tarde. Ese día me jui temprano al mercado, pasé a la carnicería Sofía por chicharrón, les dije que quería del delgado, carnudo y sin tanta grasa y, como ya soy cliente, me dieron un cachote grande en una bolsota por los tres cuartos de kilo que les merqué. No sé por qué pero luce más apatecible asina que ya todo trociado, como que de tamaño grande por lo menos sabe uno que no ta manosiado. Pasé por unos aguacates, chiles serranos, una cebolla y me jui a su casa de doña Macri por un queso fresco y uno de cincho, los hace muy buenos. Llegando a mi cantón, puse como 15 chiles serranos a asar en un comal, los tuve moviendo pa´un lado y pa l´otro hasta que agarraron color como naranjado, señal de que se asaron bien. Los eché en una bolsa naila mientras picaba la cebolla, no tan fina, no tan gruesa. Saqué los chiles de la bolsa y me puse a quitarle los pellejos hasta dejarlos pelones. Ya tenía yo el molcajete bien lavadito junto con el tejolote, le eché un puño de sal costeña, cuatro dientes de ajó y me puse a amartajarlos hasta que quedaron como pasta aguada. Jui echando de dos en dos chiles y los pachurré hasta terminar con todos. Y, les voy a decir un secreto: pa´que sepa más sabrosa la salsa, no deje ni tan siquiera una sola semilla entera, apachúrrelas muy bien y verá que rica le queda. Aparté la mitan de la salsa en un plato pa que quedara como salsa macha. Eché los aguacates al molcajete, los pachurré tantito con la piegra, luego con un tenedor hasta dejarlo más espeso que pallanado, como grumoso. No debe quedar muy aguado porque pierde sabor. Lo probé de sal, le eché la cebolla, mezclé todo, al final, le eché tres gotitas de limón y le dejé dos güesos de aguacate pa´ que no se pusiera prieto mi guacamole. Pa´probarlo, agarré un cacho de chicharrón, lo unté muy bien y… mmm, ¡sabroso vieja! Dije, como si áhi tuviera ella y… ¡híjoles! ¡Me rete colgué! Áhi nos pa l´otra. Graciotas-