Prevención de accidentes en el hogar-Don Chimino

Por: J. David Flores Botello

PREVENCIÓN DE ACCIDENTES EN EL HOGAR.-El hogar es el lugar donde los niños entrenan su curiosidad, desarrollan habilidades y pasan momentos que se vuelven recuerdos inolvidables. Sin embargo, también puede ser un espacio lleno de riesgos si no se toman las precauciones necesarias. La prevención de accidentes en el hogar es un tema de vital importancia que debe preocuparnos como padres y cuidadores. Haremos una revisión sobre los accidentes más comunes en el hogar, cómo prevenirlos y les sugeriremos cómo crear un ambiente seguro para nuestros pequeños. Los accidentes en casa son una de las principales causas de lesiones en la infancia, desde caídas y quemaduras hasta intoxicaciones y ahogamientos; cada rincón del hogar puede esconder riesgos y peligros. De acuerdo con estadísticas recientes, se estima que en México, más de un millón de niños son atendidos anualmente en salas de emergencia debido a lesiones sufridas en el hogar. Por eso, es importante contar con medidas de seguridad efectivas.


Las caídas son accidentes comunes que pueden resultar en lesiones graves. Para minimizar este riesgo, asegúrese de: Instalar barandales en escaleras, que estén firmes y en buen estado. Es recomendable usar pasamanos para proporcionar un apoyo adicional.


Coloque alfombras en áreas de riesgo, como la cocina y el baño, elija aquellas que tengan respaldo antiderrapante.


Guardar siempre sus juguetes y objetos en su lugar. Fomente el hábito de recoger los juguetes después de jugar. Esto no solo previene caídas sino que también enseña a los niños a tener responsabilidad.


Es muy importante la prevención de quemaduras y heridas cortantes:
la cocina, uno de los espacios más frecuentados, puede ser un lugar peligroso. Van algunas recomendaciones: coloque protectores en los quemadores y asegúrese de que los mangos de las ollas estén inclinados hacia adentro. Esto evita que los niños puedan alcanzar líquidos calientes o derribar objetos. Mantenga los productos de limpieza y químicos en armarios altos o con cerraduras. Esto reducirá el riesgo de intoxicaciones. No deje cables y enchufes al alcance de los niños, asegúrese que no haya riesgo de que se electrocute.

La intoxicación es otro riesgo importante en el hogar. Para evitarlo: Asegúrese de que todos los productos químicos estén correctamente etiquetados y guarde medicamentos en armarios altos, fuera del alcance de los niños.


Nunca le dé medicamentos a un niño sin consultar a un médico. Esto puede llevar a situaciones peligrosas.


Uno de los accidentes más graves, los ahogamientos pueden ocurrir en segundos. Por favor, considere las siguientes recomendaciones: nunca deje a los niños desatendidos cerca del agua, ya sea en la bañera, piscina o cualquier otro lugar. Si tiene una alberca, asegúrese que esté rodeada de una cerca segura y que la entrada esté siempre bajo supervisión.


Además de las medidas específicas, es fundamental fomentar una cultura de seguridad en el hogar. Aquí algunos consejos prácticos:
Enseñe a los niños sobre los peligros y cómo prevenirlos. Esto no solo les ayuda a reconocer situaciones de riesgo, sino que también les empodera.


Establezca un plan de emergencia. Tenga un plan claro en caso de accidentes, que incluya los números de emergencias y un espacio de reunión en caso de evacuación.


Crear un ambiente seguro para nuestros niños en casa es un compromiso que merece nuestra atención y esfuerzo. Con pequeñas acciones y la educación adecuada, podemos prevenir muchos de los accidentes más comunes, como las caídas de la cama. Recuerde que la seguridad comienza con la conciencia y la proactividad de todos los miembros de la familia. Haga de la prevención una prioridad y verá cómo se transforma su hogar en un lugar seguro y acogedor. ¡La salud y la seguridad de sus hijos y nietos son lo más importante!


DON CHIMINO.- Si no lo viera visto con mis propios ojos no viese creido nunca que asina ahiga sido. ¿Se acuerda cuando apenas no tarda le patiqué que se despanzurró una llanta de mi Forcito regresando de Tóxpan? Bueno, si se acuerda qué güeno y si no, me dice pa renviarle la colugna pasada pa´que la lea. Como tan re pinchis caras las llantas nuevas, quedamos con mis compas que iríamos a onde hicieron el llantatón a buscar una usada regularzona, pa´ traerla de gallito. Con tantas cosas que trayemos en la tatema en veces no le alcanza el tiempo a uno. ¿No le ha pasado a usté algo asina? Asinita anduve estos días y por una u otra razón no íbamos a traerla. Chón dijo que le agarra bien lejos. Que es como ir al otro lado de la ciudá, a la mejor y sí porque él que vive en la coloña Ejidal, tiene que echar una vueltota pa llegar a los terrenos de la feria a onde las tienen almacenadas. Flor y Javi podían martes o viernes pero nos dijieron que esos días iba un camionzote pa llevárselas a Acapulco, que mejor juéramos otro día. Por eso juimos el jueves con Chón al que, el muy concha, lo jui a traer a su cantón. Con tal que me acompañara y no ir solo pos ya qué, ya ni modos, pensé. Como asegún juntaron 200 toneladas de llantas, una menos sería como quitarle una arena a ese mar llantezco. ¿A poco no íbamos a encontrar una buena entre ese chingamadral de llantas? Era como un mar por las tantisisísimas que eran, y por lo cómo jueron acomodadas por tamaños, se veía y agún todavía se ve, como olas de llantas. Ese día pasé por Chón a las 2 de la tarde, asina como quedamos. Iba yo llegando y él saliendo de su puerta. No sé si tiene vigilancia o ya conoce el sonido del motor de mi Forcito pero, taba puntualito. Cercas de su cantón, ya de regreso pa´ Iguala, una cuadra antes de llegar a onde era la estación del tren, hay una pozolería que la atiende una familia conocida de Chón. Era jueves y no podría faltar un pozolito con un buen mezquite y una cervatana bien helodia. Terminando de comer iríamos por la llanta. Esa vez no tomé mucho porque iba manejando, nomás 2 vaquitas paridas: dos cheves y dos mezquites. Asina le hicimos, de la pozolería garramos camino por el periférico y, cuando llegamos al cruce onde ta la entrada a la coloña doptores, miramos que un camionzote trompa roja entraba, todo torcido, a los terrenos de la feria por la entrada por donde llegan los camiones con juegos mecánicos cad´año. ¡A cabrón! Murmuré cruzando mirada con Chón. Nos seguimos de frente, nos dimos vuelta en U, cerca de Los Cañeros, llegamos a onde es la entrada principal para gentes que acuden a la feria, tenía un ala de la puerta entrecerrada, como impidiendo el paso de vehículos. Nos seguimos de frente y, al llegar a onde acababa de entrar la cajota esa de tráiler, que lo vamos viendo: taba en chinga patine y patine sus más de una docena de llantas de tratción, y nada que avanzaba. Se atascó. Ni pa´alelante ni pa´ tras. Como dejó un güeco entre la entrada y la parte de atrás de su cajota pudimos pasar pa dentro del terreno de la feria. Rodeamos y llegamos hasta tener de frente el camionzote, como a 40 metros de distancia. Sin salirnos del coche nos quedamos como 5 minutos viendo como, inutilmente, le daba duro a su motor el chafirete, y nomás patinaba y patinaba y… ¡Ándales! Ya me rete colgué, áhi nos pa l´otra, graciotas.

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