¡Ey! Señor Trump

Por: Enrique Castillo González

Será esta una carta muy corta; se, amigo Donald, el cúmulo de asuntos pendientes sobre su escritorio.


Entonces, iré al punto ¿por qué su intención de desanimarme a ir al País donde usted es Presidente?. Preguntaré de otra forma; porqué, si durante 60 años ustedes, señores norteamericanos, me convencieron dejándome sentir que “los Estados Unidos de América es la tierra de la libertad y el progreso”, ahora me dicen ¡no vengas!


Posiblemente, señor Trump lo estoy explicando mal mejor dibujo un paisaje con las prospectivos de un escenario claro.


Exactamente hace 60 años Martha, mi madre, me sentó frente al televisor de la sala, desde ahí se abrió el telón y me encontré de frente a esa American way of life ahora tan admirada por mi.


Debo confesarlo, señor Trump, y mi mujer lo sabe -el amor de mi vida es… Elizabeth Montgomery, ella, vuelta Samantha hechizó mi pre adolescencia. Y si, a Hechizada, una linda brujita gringa la conocí detrás de la ventana esa por la que seguía el maravilloso “estilo norteamericano”. Antes.


Fuerte influencia tuvo para mis estudios de “inteligencia artificial” mi relación con the Jetsons; la eficiencia de Robotina al servicio de la familia de Súper Sónicos y el ir y venir de Sónico en su platillo volador vaya si alimentaron mi imaginación, sin duda, el “estilo de vivir la vida” de los “súper Sónicos” trazó mi ruta.


Un par de años después fui capacitado para la guerra por Vick Morrow, si, el Sargento Saunders; chip me hizo saber el poder traído por un buen liderazgo, su comunicación con el mando vaya si la recuerdo “jaque mate rey dos… aqui torreblanca”. No hubo capítulo sin ver, incluso ahora YouTube me regresa frente al “combate” cada semana.


Señor Trump, permítame decir algotras cosas antes de darle el mensaje.
Al igual que el sargento Saunders Bat Masterson embadurnó mi infantil mente de importantes brochazos de Ética.


¿Sabe usted que Farra Foucett estaba viviendo pegada a una pared de mi cuarto? Obvio no lo sabía.


También me permito comentarle, Roger Staubach fue el primer santo laico al que le recé, su némesis, hablo de Terry Bradshaw, tenía mis respetos. Los encuentros de “Cowboys vs Steelers” me recuerdan mi primer trago de cerveza.
No se si me esté explicando señor Trump, voy con más argumentos.
Así cómo viví “” con Farra, también, Bo Derek y Raquel Welch fueron mi inspiración, aunque, debo decirlo.


Ya en mis años de alta/adolescencia, meterme a los libros de Samuel Langhorne Clemens, autonombrado Mark Twain, y conocer las historias de Ernest Hemingway fortalecieron la cadena de unión en donde Norteamérica está en un extremo y yo en el otro. Así.


Y de vuelta al American Wai; señor Trump usted entiende perfectamente el ir y venir de las reacciones culturales entre nuestras naciones, tal vez, el asunto está en el “cómo explicar las cosas” yo conozco perfectamente la idea central de sus inquietudes. Usted, señor Trump trae dos temas en su agenda (…con México)
1.- El exceso de adictos a opiáceos entre su población; seguramente, además del ingreso de esa merd por su frontera sur también habría de revisar la enorme cantidad de “opiáceos” legales en su Mercado y …


2.- La, alguna vez incontrolable migración ilegal, también filtrada desde su frontera sur, ahora, (seré abogado del diablo) ¿llegará el asunto hasta “sancionar” a quien contrate (o de trabajo) a un extranjero indocumentado?… sea pues. Voy al punto. Pregunto.


¿No existirá otro “modito” de tratar el tema este de los bad hombres llegados del sur hacia su país? Yo, acá bien cabe un “nosotros”, siento que si.
Ahora, espero que mi Teniente Coronel Ronald Johnson y el mismísimo Embajador Cristopher Landau le den una leída a este escrito. Thanks Mr Trump.
Entonces; esta sería la carta uno, aunque me hubiera gustado ahondar en mi primera visita a Anaheim y el Reino de Disneylandia, o de la cara de mi nieta cuando puse en sus manos a Barby… esa hermosa muñeca (¿californiana?). Sea entonces.
Último patrullaje.- Sumamente inteligente fue la señora Presidenta de México al decirle a Mr Trump, ello después de escuchar los tikis mikis del New Yorker, -pues si somos Norteamérica-. Ciertamente el gran tiburón desde ahí comenzó a negociar reconocer a Claudia, nuestra Claudia Sheinbaum.
Balazo al aire.- Strike one.
Gregueria.- Between between and drinke a chair (entre entre y tome asiento)
Oximoron.- Conocería tu voz aunque estuviera sordo.
Haiku.- Tú sonríe ¡sonríe!
esa es la voz
de mi felicidad.

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