Por:Antonio León
Es un hecho que los partidos políticos de izquierda en México desaparecieron, porque en la actualidad no existe ni uno solo que esté estrechamente vinculado con el desarrollo social que necesitan las clases bajas, cuyo brazo trabajador se le conoce como proletariado.
No hay ningún proyecto concreto de parte de estos partidos que los relacione con las necesidades populares sustanciales, porque han pasado a ser simples expresiones electoreras que sólo buscan que sus altas burocracias lleguen al poder o se sostengan en él.
Tanto el PRD, el PT, Movimiento Ciudadano y MORENA, ven solamente a la política como un negocio, desterrando de todas sus acciones el aspecto revolucionario que caracteriza a un auténtico partido de izquierda.
La alta burocracia de los partidos de izquierda en nuestro país se pervirtió al tener acceso al poder público, pues como lo señaló el doctor Hugo Zemelman, los políticos de izquierda se corrompen al llegar al poder porque dejan de pertenecer al sector económicamente marginado, y pasan a formar parte de la población beneficiada por la concentración de la riqueza. Es decir que su ideología de izquierda se debilita hasta esfumarse y caer en terrenos totalmente hegemónicos políticamente hablando.
Entonces, al beneficiarse económicamente del dinero público, el otrora militante de izquierda, tiene que romper con los códigos políticos que manejaba, porque de lo contrario perdería los privilegios que ha conseguido.
Por eso, las cúpulas del izquierdismo nacional, han impulsado un desdén de las teorías marxistas, incurriendo torpemente en un discurso reduccionista y mecánico en contra de esta ideología, que les ha servido de pretexto para terminar por negarlo como método de análisis sociológico, político y económico.
Esto no es otra cosa que una trampa intelectualoide que se comete con descaro y estulticia, en razón de una falta de conocimientos para poner en práctica el análisis dialéctico, porque tienen una muy limitada capacidad intelectual para analizar la realidad circundante.
El desafío que se plantea es el de la posibilidad de definir una postura ante el marxismo como método e ideología que, combatiera la actual esclerosis intelectual de la izquierda nacional.
A medida que los políticos de izquierda de por estas tierras del nopal, escalan hacia los puestos políticos y públicos mejor remunerados, van perdiendo su capacidad de observar la realidad de su existencia traicionera y su condición de depredadores de las clases populares, alejados cada vez más y más de la obligación que todo líder de izquierda debe tener, y es el de contribuir para que el proletariado tenga conciencia de clase, y después una ideología acorde a su clase social.
Hasta el martes próximo estimado lector.