Por: Antonio León
Mujeres frustradas porque su marido es un borracho, padres de familia agobiados porque no les alcanza para pagar la renta y la luz, familias con el Jesús en la boca porque no tienen para comprar las medicinas que necesitan, madres atormentadas porque sólo les alcanza para darle de comer frijoles a sus hijos, niños con la mirada triste porque les tocó vivir una infancia para el olvido, agobiados por el hambre y las lombrices, los olores nauseabundos en la colonia porque no hay drenaje. Canciones que cada vez tienen letras más estúpidas, la radio conducida por aficionados que van a improvisar programas que casi nadie escucha, la pantallita televisiva que ya se descompuso, el dinero que no alcanza para salir a pasear los domingos, los políticos que no tienen llenadero cuando se trata del dinero del pueblo, los revolucionarios que ya sólo existen en los libros de Historia, los luchadores sociales del pueblo que antes eran águilas y hoy son simples aves de ornato pegadas a la pared de su miserable existencia, los gobernantes estultos y egocéntricos, que buscan la fama en lugar de gobernar con eficiencia y austeridad, los periodistas que en su mayoría sólo saben adular a los que tienen el poder, y las mayorías, esclavas de su celular. Es lo que hay.
NACIÓ POBRE, perdió a su madre al nacer y muy pronto fue abandonado por su padre, aquejado por una deficiente salud, anduvo errante por espacio de 12 años, repudiado por la sociedad y expulsado de uno y otros lugares, considerado como un rebelde peligroso, sospechoso de locura, que vivió en sus últimos meses agobiado por diferentes gobiernos. Ese hombre después de su muerte, transformó la educación, inspiró la Revolución Francesa, influyó en la filosofía de Kant y Schopenhawer, el socialismo de Marx, la ética de Tolstoi, y conjuntamente, tuvo mayor impacto en la posteridad que cualquier otro pensador o escritor del siglo XVIII. Me refiero a Jean Jacques Rousseau, un ser humano ejemplar que nunca traicionó a sus ideales humanistas, aún a costa de su propia integridad física. ¿Quién de los actuales izquierdistas mexicanos sería capaz de poseer al menos la décima parte de sus convicciones?
EN JUNIO de 1882, el director del diario más importante de Venezuela, canceló la publicación de la columna que escribía José Martí. Se supo que fue por dos razones: que escribía demasiado sobre libros y porque que se negó a alabar a los gobernantes de ese país.
Debería ser un ejemplo para los deambulantes de los medios electrónicos de información de por estas tierras.
LA DEMOCRACIA no es una filosofía y ni siquiera una idea, la democracia es un acto de conciencia que nos lleva en ciertos momentos, a pronunciarnos aún en contra de nuestros propios intereses personales (Octavio Paz).
NO CONSERVES nada inútil en tu vida, entre menos peso más probabilidades tendrá tu espíritu de volar.
UTILIZAR EL DINERO PÚBLICO para asegurar las ventajas económicas de la clase política sobre la mayoría de los ciudadanos, no es otra cosa que despojo y carencia de moral (Benjamín Disraeli. Ex primer ministro británico).
Hasta el próximo martes estimado lector.