Por: Antonio León

Los partidos supuestamente de izquierda en Iguala, están secuestrados por personas que no tienen ni siquiera una mínima ideología de izquierda. José Revueltas señaló en su ensayo UN PROLETARIADO SIN CABEZA, que quienes lideraban a los partidos de izquierda en el país, eran reformistas burgueses y no auténticos militantes de izquierda. Aquí en el municipio ni a reformistas llegan, pues no han reformado nada y se han circunscrito totalmente a los patrones de los gobiernos de derecha.

De acuerdo a lo planteado en el ensayo mencionado, la conciencia de clase del proletariado ha sido borrada totalmente de la narrativa política de izquierda por parte de esos usurpadores, que la han substituido por simples objetivos electorales dentro de los cuales no está contemplado el pueblo, sino solamente como votantes o matraqueros, fanáticos en las precampañas y campañas, hecho que ha impedido que el proletariado logre un acceso real a los diferentes espacios de gobierno.

Eso que aparece como militancia partidista de izquierda por parte de las masas populares, no es más que una deformación de la conciencia de clase de obreros, campesinos y empleados, porque se les manipula para que apoyen a la alta burocracia de izquierda en el poder, por eso, como señala José Revueltas, este proletariado no tiene cabeza, o le han puesto una que no es la suya, y que contiene lo que le conviene a la clase dominante. Los que se han apoderado de los partidos de izquierda son las minorías, es decir, los que tienen una posición económica privilegiada, y esos son los que hoy forman la alta burocracia de la izquierda exquisita.

En la actualidad, de acuerdo al ensayo UN PROLETARIADO SIN CABEZA, la burguesía se asume como representante de los intereses de clase del proletariado, porque han logrado apropiarse con dinero de los puestos de mando de estos partidos, y le han impreso su propio sello de clase dominante a las directrices partidistas, alejados de los intereses de clase de todos los explotados por el poder económico, negando que exista ya la lucha de clases, y estableciendo una falsa clase política en donde caben todos: los del peladaje y los de alto pedorraje, pero guardando sus niveles, los primeros simplemente como votantes autómatas, y los segundos en la cúspide del poder.

En este orden de ideas, se observa que la cúpula de la izquierda partidista de por estos rumbos sólo se representa a sí misma, porque el proletariado es obligado de esta manera a sacrificar su ideología que le pertenece como clase social, para luchar por los objetivos de la alta burocracia de izquierda, formando parte de una alianza desventajosa que lucha en las elecciones: los pobres desde su miseria, y los mandos de la izquierda exquisita desde la comodidades que obtienen al pertenecer a la clase en el poder.

La falta de independencia ideológica del proletariado, hace que éste vaya siempre debajo de sus líderes que los pisotean y se benefician de manera particular de esta situación. Mientras más ignorante sea la tribu, mayor dominio ejerce el falso líder de izquierda sobre ellos, en estas condiciones de defender ideologías ajenas a sus intereses de clase, los beneficiarios del poder político siempre serán los mismos: los integrantes de la izquierda exquisita. El pueblo sólo será usado, jamás politizado.

Hasta el martes próximo estimado lector.

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