Por: Antonio León
Es común en estos tiempos, que aún y cuando satisfagas tus necesidades básicas, te parezca que eso no es suficiente para sentirte bien. Seguramente querrás ser un poco más de lo que ya eres, y cuando llegues a esa meta vas a querer más y después más y más.
Si en lo que piensas la mayor parte de tu tiempo es en el dinero, pensarás en convertirte en millonario. Si llama en grado extremo a tu atención el placer, buscarás más y más hasta llegar a los excesos. ¿Y por qué no?, sería bueno tener poder, y ya que lo tengas, pues a tener el mayor nivel que el que se tiene.
Siempre que haya un deseo por mínimo que éste sea, la inmensa mayoría de los seres humanos siempre querrán un poco más. Si observamos al deseo detenidamente día tras día, nos daremos cuenta de que esto es un proceso que continúa ininterrumpidamente sin final. Ese aparente anhelo de incrementar el bienestar es ficticio, porque es un bienestar falso impuesto por los medios electrónicos a través una publicidad, programada para llegar directo a la parte inconsciente de tu cerebro pero que se queda en tu memoria.
¿Cuándo un ser humano se siente realmente bien? En la actualidad nunca, porque la publicidad le ha hecho creer que debe tener algo material para ser feliz, y no sólo tener sino tener más y mejor. Las cosas pasan de moda de una manera tan vertiginosa que nunca estamos al día con lo material, por eso nunca nos sentimos realmente bien.
El error que cometemos es que dependemos de cosas externas para sentirnos bien, si no vivo en una de las mejores colonias no me siento bien, si no tengo tal marca de celular no me siento bien, si no puedo ir a tal antro no me siento bien. Pero ¿qué pasa cuando conseguimos algo que queríamos?, ¿nos sentimos bien? Pues sí, pero sólo por un corto tiempo, porque no tardará en que deseemos otra cosa porque ya no estamos a gusto con lo que tenemos.
Por ello es importante reflexionar que todo lo externo que tenemos lo podemos perder o puede pasar de moda, así que si dependemos de lo externo para sentirnos bien nunca lo lograremos o lo conseguiremos por breve tiempo hasta que llegue de nueva cuenta la insatisfacción. Piensa entonces en lo que hay en tu interior que te puede hacer sentir bien, piensa en aquello que va más allá de lo físico, más allá de la supervivencia egocéntrica,
Trata de tener conciencia de tu bienestar interior, y poco a poco ve descartando de tu vida las falsas necesidades materiales que te ha impuesto la publicidad.
Finalmente, una reflexión del maestro Lao Tsé: aun estando en un lugar vacío, el ser superior encuentra el gozo del momento, pues su satisfacción la encuentra en su interior y no en lo que lo rodea.
Hasta el martes próximo estimado lector.