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Río de Janeiro, Brasil. Los países amazónicos decidieron lanzar una alianza regional para combatir la deforestación, con el objetivo de evitar que la mayor selva tropical del planeta alcance “un punto de no retorno”.
Ocho países de la Amazonía, reunidos en una cumbre en la ciudad brasileña de Belém, acordaron en una declaración “establecer la Alianza Amazónica de Combate a la Deforestación”, además de reforzar su cooperación contra el crimen organizado y de fomento al desarrollo sustentable.
Esta alianza trabajará para la consecución de las metas de deforestación de cada país, como la de Brasil, que prevé acabar con esa lacra en 2030, según acordaron los miembros de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA).
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silvia, recibió a los mandatarios de Colombia, Gustavo Petro; de Bolivia, Luis Arce; de Perú, Dina Boluarte; así como el primer ministro de Guyana, Mark Phillips, y la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez. Ecuador y Surinam fueron representados por sus cancilleres.
El documento no establece metas conjuntas de deforestación, como era la expectativa de expertos y la sociedad civil.
Sin embargo, hubo “consenso” y se trató de “la mayor reunión presidencial sobre la Amazonía” hasta el momento, afirmó el canciller brasileño, Mauro Vieira, tras el primer día de la cumbre.
Considerada durante años el pulmón del planeta, la Amazonía se encamina, según los científicos a un punto de no retorno, a partir del cual pasará a emitir más carbono del que absorbe, agravando el cambio climático.
Entre 1985 y 2021, la selva ya perdió el 17 por ciento de su cobertura vegetal, debido a actividades como la ganadería, pero también a la deforestación y la minería ilegales, según datos del proyecto de investigación MapBiomas Amazônia.
El presidente colombiano, Gustavo Petro, abogó por su parte por una erradicación de los combustibles fósiles y criticó la postura de gobiernos de izquierda que defienden la exploración petrolera.
El canciller brasileño afirmó que “no hay divergencias” con la postura de Petro y que la descarbonización “ocurrirá”.
El debate llega mientras Brasil tiene en la mira una nueva y polémica frontera exploratoria de la estatal Petrobras frente al delta del río Amazonas, cuya licencia fue negada recientemente por el regulador ambiental de Brasil, pero que cuenta con el apoyo de Lula.
